Desde hace tres años, hemos venido escuchando que Medellín pasaba a ser el primer Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación del país. Sin embargo, muchas personas aún no saben qué es, para qué sirve y qué implicaciones traerá a futuro.
Quiero rescatar con esta columna los puntos más importantes de conversaciones sostenidas en el ecosistema y explicarlos en modo “coquito”, a partir de mi análisis y opiniones.
¿Qué es un distrito especial y por qué Medellín? En Colombia hay 12 distritos de diferentes tipos: Turísticos, Industriales, Culturales, entre otros. Un distrito especial es un municipio con características especiales que lo destaca de las demás y que por tanto tienen un régimen legal, político, fiscal y administrativo diferente, que les permita potenciar esas características. Es decir, por las capacidades y resultados que ha logrado Medellín en CTI, fue posible que se convirtiera en distrito especial y así tener unas reglas de juego diferentes, que le permita explotar más estas capacidades y recursos.
¿Qué ventajas tiene?
- ¿Más recursos e incentivos fiscales? Este es uno de los puntos que genera más expectativa, bajo el sonado Fondo de CTI del distrito. Es cierto que la regulación del distrito facilitará el acceso a recursos a través de cooperación e impuestos, sin embargo hay que ser cautos con la materialización de estos recursos. A la fecha el presupuesto CTI de la nación ha disminuido notablemente y también se han perdido recursos como el que aportaba EPM a Ruta N.
- ¿Ser canal directo con el Sistema y la Política Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación? “Elevar la conversación”, Medellín estaría al nivel de un departamento en cuanto a temas de CTI y por tanto tendría mayor prioridad e incidencia ante entes como Innpulsa o MinTIC. El distrito va a lograr poco si permanece aislado, hace sentido cuando genera y captura valor del Sistema Nacional de CTI.
- ¿Flexibilidad en la regulación? Conozco startups locales que se estrellan o tienen que operar por fuera del país por temas regulatorios. Medellín, tiene una oportunidad de oro de convertirse en un gran sandbox regulatorio de Latam, desarrollar nuevas tecnologías y atraer inversión para nuevas tecnologías.
- ¿Mayor visibilidad para atraer talento e inversión? El distrito no es el fin, es el medio y la materialización de los puntos mencionados arriba podrían reafirmar a Medellín como un ecosistema CTI de talla mundial.
¿Qué retos hay?
- El distrito es una oportunidad para que el ecosistema se articule más y que haya más equidad e inclusión en torno a la CTI en la ciudad. Que no sean “los mismos con los mismos”, sino que la CTI llegue a las comunas y colegios públicos para garantizar el crecimiento del talento y sostenibilidad a largo plazo.
- Otro reto importante es que el distrito especial no desvíe su foco que motivó su creación, la CTI. Es claro que Medellín no es solo CTI, pero para problemáticas sociales, ambientales, entre otras, hay otras vías e instrumentos existentes.
- La CTI no llega a la ciudad por convertirse en distrito especial, por el contrario el distrito es posible gracias al trabajo de universidades, el CUEE, Sapiencia y en especial a Ruta N. Por tanto se debe aprovechar a Ruta N no solo desde lo técnico, sino como gran articulador del ecosistema CTI, dándole un rol más protagónico.
En conclusión, lo peor que puede pasar es…NADA! Y está en nuestras manos, como actores del ecosistema, evitarlo. Abracemos el distrito, estudiémoslo, entendámoslo, propongamos y colaboremos para ir más allá de una etiqueta.