Mauricio Villegas Mesa, Cuando sumergirse es el principal pilar para vivir.
Nunca ha querido ser simplemente un espectador, más bien su ímpetu y los consejos de su padre, Álvaro Villegas, lo encaminan hacia la participación decidida en todo y cuanto su fuerza le permite. La intención siempre ha sido clara: “ser jugador y parte de la solución”. Sus inicios siguieron la tradición de una familia dedicada al negocio de la construcción. Primero fue Eafit, donde estudió Ingeniería Civil, un pregrado truncado por la realidad de los atentados a finales de los ochenta.
El rumbo necesario fue ir a Estados Unidos y estudiar Administración en Construcciones en la Universidad de Denver, Colorado. Allí la expresión encontró en el periódico de la ciudad universitaria el eco requerido, pero también halló el buceo, una oportunidad para no ser espectador ante la belleza de las profundidades de las aguas y disciplina que lo llevó a ser profesor en 7 especialidades. Luego su cerebro estuvo ávido de llegar a una nueva superficie para tomar otra bocanada de aire. Esta vez lo recibieron en Alemania los circuitos y las inteligencias artificiales, tras su incursión en la robótica.
Todas sus travesías, incluyendo los dos años como cónsul general en San Francisco y los años que dedicó al kartismo, las recuerda mientras hace las cuentas respectivas desde la Secretaría de Hacienda de Antioquia. En esta dependencia, como en ninguna otra, sabe de la importancia de ser un jugador decisivo en una buena administración de los recursos; allí donde no se puede ser un espectador.
Ser parte de la solución en ocasiones requiere no parecerse a los demás. Fue retratado por Carlos Tobón en mayo de 2011.