Un ciudadano metropolitano promedio no logra alcanzar el nivel de bachiller. Es un gran desafío para Medellín, en tanto en los últimos años no se ha logrado reducir el nivel de desigualdad.
Por Piedad Patricia Restrepo
Directora de Medellín Cómo Vamos
Los años promedio de educación para la población de más de 18 años, en la región metropolitana del Valle de Aburrá han venido aumentando, pasando de 9,29 años en 2007 a 10,15 en 2017; sin embargo, un ciudadano metropolitano promedio no logra alcanzar el nivel de bachiller, que requiere mínimo doce años de educación.
Sin embargo, los promedios pueden esconder muchas diferencias. Según nuestro reciente Informe de Calidad de Vida de Medellín, los hogares de la región metropolitana con ingresos más bajos tienen un promedio de años de educación para la población joven (18 y 24 años) de 10,36 años en 2017, pero a medida que aumentan los ingresos de los hogares, los jóvenes logran acumular mayor capital humano, llegando en el más alto a un promedio de 12,51.
Si comparamos lo ocurrido en otras ciudades y regiones metropolitanas, incluyendo a Medellín, se evidencia que en la ciudad tenemos el mayor nivel acumulado de educación para hogares con ingresos más altos, con 13,08 años en 2017, pero también, el menor para los ingresos más bajos, con 9,69.
Estos resultados muestran un gran desafío para Medellín, en tanto en los últimos años no se ha logrado reducir el nivel de desigualdad en los años promedio de escolaridad por ingresos, relacionados con la acumulación de capital humano y su distribución entre la población. Primordialmente, se deben enfocar esfuerzos en lograr que los jóvenes de los hogares más pobres accedan a las oportunidades educativas, permanezcan en la escuela y logren adquirir las competencias para acceder al mercado laboral.
*Esta columna de opinión fue coescrita con Róbinson Meneses, comunicador de Medellín Cómo Vamos