Con obras de contención, movimientos de tierra y trabajos preliminares, una cuadrilla de obreros y máquinas retro excavadoras construyen, en plena Milla de Oro de El Poblado, uno de los proyectos comerciales y urbanísticos más importantes de la ciudad, no solo por estar ubicado en el pulmón financiero de Medellín, sino por el impacto en el paisaje y la movilidad que tendrá en la zona.
El proyecto, conocido como distrito de negocios Milla de Oro, es construido desde agosto de 2012 por la firma Londoño Gómez, de la mano de Acierto Inmobiliario y Ménsula ingenieros. Contará con dos torres de 16 pisos para oficinas y locales comerciales. Además, según los diseños, se acondicionará un auditorio y terrazas ambientadas como zonas comunes para los visitantes. De acuerdo con el cronograma de la obra, se espera que esté lista para inaugurarla en el segundo semestre de 2015.
Aunque el desarrollo urbanístico es un motor de la economía, según lo plantean los constructores, una de las preocupaciones de los habitantes de El Poblado es el impacto en la movilidad que generaría la obra. Algunos residentes del sector aseguran con preocupación que este proyecto comercial traerá más vehículos a la avenida El Poblado, con todo lo que esto implica, como ha sucedido con otros desarrollos en los últimos años.
“Se ve que es una obra muy grande. No se puede parar el desarrollo y el avance de la ciudad, pero es evidente que la calidad de vida de muchos también puede verse afectada si no se planifica bien la construcción de estos proyectos. Vemos cómo después de la construcción del Centro Comercial Santafé, por ejemplo, el tráfico se hizo más pesado por la avenida El Poblado. Se volvió mas caótico porque no se tuvieron en cuenta nuevas vías”, dice Alejandro Noreña, conductor y residente de El Poblado.
Frente a esta inquietud Jorge Alberto Pérez, director del Departamento Administrativo de Planeación, expresa que “ellos (los constructores), para poder desarrollar sus proyectos, hacen una cantidad de estudios para que el Departamento de Planeación les dé las licencias. Si la ciudad define unas normas por medio del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), deben cumplirse. Aquí se hacen estudios muy rigurosos para que el impacto de las obras sea positivo”.
Entre tanto, Ómar Hoyos, secretario de Movilidad, manifiesta que “es un motivo de preocupación por parte de la Secretaría porque vemos la forma como se está desarrollando la ciudad. Creemos que la Secretaría de Movilidad debe tener un papel más preponderante, con más responsabilidad y verificar que los proyectos tengan las compensaciones urbanísticas, porque es claro que estas obras atraen más vehículos. En ese sentido la Secretaría debe tener un papel más fuerte”.
Vivir en El Poblado consultó con la constructora Londoño Gómez para conocer los estudios de la obra, relacionados con el impacto en la movilidad en el sector de la Milla de Oro, pero hasta el cierre de la presente edición no había recibido respuesta por parte de la gerencia.