Maestre: rap íntimo y social
Más vale arrepentirse de lo hecho que lamentarse por haber dejado de ser, es la premisa de “Todo a su debido tiempo”, el primer disco de este joven rapero de El Poblado
Diego Andrés Mesa: Maestre
El bicho del rap lo picó cuando escuchó grupos locales como La Etnia y Gotas de Rap. Entonces se dio cuenta de que este género musical podía tener identidad a la colombiana. Como su pasatiempo era escribir, empezó a componer letras, basadas en experiencias cotidianas. De ahí en adelante las rimas lo contagiaron y los versos se le volvieron una epidemia incurable. Así fue como a Diego Andrés Mesa le subió la fiebre del hip-hop. Tomó un nombre artístico: Maestre, que significa líder, porque desde entonces quiso dirigir su vida por el camino de la música.
Todo a su debido tiempo
Después de 9 meses de trabajo, Maestre realizó su primer disco “Todo a su debido tiempo”, producido por Gato Records de Jontre, un veterano rapero de la vieja escuela. “Yo conocí a Jontre por su trabajo de R&B (Rhythm and Blues). No podía creer que alguien en esta ciudad tocara este ritmo melódico, muy famoso en la USA pero muy arriesgado aquí y mucho más con fusiones latinas”. Maestre quedó tan impresionado que no dudó en invitarlo a trabajar y esa unión se cristalizó en el disco. “Lo que aprendí de Jontre fue la disciplina que requiere la música. Entendí que el rap no es solo rapidez mental e improvisación. Jontre fue un profesor sobre las claves del sonido, la necesidad de limpiar las letras, y encontrar profundidad en la sencillez”. El trabajo se fue enriqueciendo con la participación de músicos invitados que le dan al disco diversidad en géneros como el rock, el R&B, electrónica, funk, pop, fusiones latinas, entre otros.
Realidad + emociones = Inspiración
Su motivación para hacer rap son las emociones que provoca la realidad. “Inventar, crear, es ante todo expresar la realidad de una manera personal; uno no puede forzar la creatividad, porque la fuerza de la música es sentir”, explica. Dentro de su primer trabajo hay temas que le cantan a las calles de Medellín, a sus problemas de amor, a los amigos perdidos, a las frustraciones diarias, a las ilusiones que redimen y condenan, a las secretos y mentiras que alimentan y envenenan y a ese infierno paradisíaco que llega a ser esta ciudad.
El rap y el estigma social
Maestre piensa que el rap en Medellín está muy estigmatizado incluso por los mismos músicos. Genera discordia con seguidores de rock pesado, de metal y punk. Pero considera que por encima de estas fricciones, el rap cada vez va seduciendo más oídos por su carácter social. “El rapero celebra la vida a pesar del dolor, es muy sensible y respeta ante todo la idea de comunidad, la hermandad”.
Un rap íntimo y social
Más allá de la lírica reaccionaria y panfletaria que el rap acostumbra, la propuesta de Maestre se orienta hacia las letras intimistas. Cada canción expresa una mirada desde el otro lado de la ciudad, donde la pobreza no vive pero se exhibe y donde los gritos de la violencia son un lejano rumor que a veces estalla en la cara. Con esa franqueza su música evade la pornomiseria y propone mensajes directos con un ritmo cadencioso. Maestre canta al ritmo del corazón. “No importa lo que se cante con tal de que exprese con la honestidad, lo vivido, lo real. Yo no puedo escribir sobre el hambre o la pobreza porque yo no he vivido eso, pero sí hablo de cómo esa situación me confronta, despierta mi hermandad, porque el rapero es un soldado de la calle”, comenta Maestre.
Qué significa cantar rap
Para Maestre lo más difícil de rapear en español es la acentuación, modular la voz, manejar la respiración y controlar la euforia, para que la voz sea otro instrumento. Como buen paisa su principal problema es el manejo del siseo, la D en las terminaciones de las palabras. “Sí o no pelao”. Como en cada canción de rap se cuenta una historia o una gran poesía, requiere mucha concentración y memoria. Además, trata de leer poesía para despejar la cabeza y poner a volar las ideas. “No me gustan las poesías muy metafóricas que hablan de centellas lunares o cosas parecidas, prefiero la poesía realista, existencial, urbana”, comenta.
Perspectiva
A futuro Maestre quiere hacer rap colombiano. “Yo sé que es muy difícil construir una cultura del rap, pero esa es la lucha, con letras que reflejen las facetas y vivencias propias”. Agrega que este ideal se va volviendo de carne y hueso cuando descubre un músico con un talento brutal cantando en comunas pobres, en calles y parques, en buses urbanos, en lugares donde el silencio clama por música y el dolor necesita una canción. Para lograr este cometido, Maestre utiliza sus conocimientos de comunicador gráfico y sus pálpitos de artista en su página web donde promueve otros talentos del rap local. Y lo seguirá haciendo a pesar de las duras y las maduras, porque como dice en su disco “Más vale arrepentirse de lo hecho que lamentarse por haber dejado de ser”… porque todo llega a su debido tiempo.