Un guerrero de la vida. Luis Fernando Montoya habló con Vivir en El Poblado de su recuperación, el amor de su familia, el país y la tolerancia. Leer y aplicar
“Me hago dos interrogantes: se ha avanzado mucho o los demás países como Brasil, Argentina, Uruguay han retrocedido. Esa es la pregunta. Yo creo que se inclina a la primera porque a nivel de Europa y Suramérica nos miran diferente. Eso me lleva a pensar que se ha evolucionado, pero esa evolución ha sido con deficiencias”.
¿Qué tipo de deficiencias son las más marcadas?
“Tenemos algunos problemas, no somos fuertes en la parte mental y en la parte técnica todavía quedan muchos interrogantes: si le pega bien con la pierna derecha no es lo mismo con la pierna izquierda. Son problemas que vienen desde las escuelas de iniciación”.
El deporte debe ser un elemento de transformación social.
“Desde el hogar me inculcaron valores, y esos valores con el deporte se acentuaron mucho más. Aprendí a ser mucho más responsable, más tolerante, mucho más respetuoso y tener juego limpio. Los aficionados deben ser más respetuosos con la otra persona, si nosotros tenemos eso no vamos a ver tantos problemas en el estadio”.
¿Qué le falta a la dirigencia deportiva colombiana?
“Es importante que el Comité Olímpico Colombiano o la federación de cada uno de los deportes, y el mismo Estado, generen convenios con los demás países que son potencia en ciertas disciplinas y nuestros deportistas puedan tener intercambios para ir ellos un tiempo allá y los de esos países puedan venir acá. Que se puedan adecuar a los horarios y la alimentación que son vitales en las competencias”.
¿Se puede llegar al éxito a través del poder?
“Se puede. Pero si se hace con trabajo en equipo estoy convencido de que se puede llegar más fácil. En cambio, si es con poder me suena como a imponer y en el deporte, en mi opinión, no se impone nada”.
¿Qué es ser un buen líder?
“Tratar que un grupo de personas se dejen guiar por un fin que sea de beneficio para la comunidad o para el mismo grupo de personas”.
¿Se considera un buen líder?
“Creo que sí. El Once Caldas tratándose de un equipo humilde, de mitad de tabla, un equipo sin figuras logró conquistar el fútbol suramericano, salir del continente y hacer un buen desempeño, me parece que eso no es tan fácil”.
¿Quién representa el concepto de líder en Colombia?
“Es una pregunta que yo me he hecho a raíz de todo lo que está pasando en Colombia y me parece que escasean los líderes… hacen falta en cada uno de los campos. Un líder hay que hacerle una cantidad de seguimientos de cómo habla, de cómo trata de llevar un grupo a buscar un fin común. Una persona que veo con ese perfil es Álvaro Uribe Vélez”.
¿Cómo analiza la coyuntura actual del país?
“En el país falta que cada una de las partes proponga para sacar todo de la mejor manera posible. Que no solamente fulano o perano cedan, lo que hay que hacer es que todos aporten y tengamos un interés en que Colombia salga adelante”.
Defina al ciudadano colombiano.
“Es alegre, una persona extrovertida con amor por su país, faltándonos aspectos importantes como la educación y la salud. En general el colombiano es muy buena persona”.
El mayor defecto que tenemos como sociedad
“No nos escuchamos. No tenemos tolerancia, no respetamos los gustos de la otra persona, ahora que estoy trabajando con el Inder he llevado ese mensaje a los colegios. Tratar de no agredir al otro mediante el matoneo”.
¿Y el desarrollo del país cómo lo analiza?
Le voy a explicar con un ejemplo muy sencillo: cuando fui a Japón en el 2004 con Once Caldas, en esa época había una empresa de celulares que cada mes me daba lo último en tecnología. Voy yo a Japón y pensaba qué le iba a traer a mi hijo que tenía dos años, fui a un centro comercial y en una góndola me encontré el mismo celular que yo tenía, pero de juguete. Lo que para ellos ya era un juguete para nosotros era lo último. Eso demuestra cómo estamos”.
¿Las deficiencias en muchas áreas son evidentes?
“En educación nos falta mucho. En salud, ni qué decir. Tenemos muy buenos médicos, solo vea el caso mío, me daban 5 minutos de vida y llevo 12 años gracias a Diego Lalinde e Ignacio González, de Coomeva y el programa Hospital en Casa. Eso es una muestra del talento, lo que falta es corregir el sistema”.
Una palabra que lo haga feliz.
“La familia y su amor”.
Su concepto de familia.
“Se ha perdido mucho por el libertinaje de los jóvenes, donde los padres están por un lado y los hijos por otro. La tecnología ha incidido mucho en eso”.
¿Por qué menciona usted en una columna de El Espectador a Balzac con: “la resignación es un suicidio cotidiano”?
“La resignación existe para los que no quieren luchar. La resignación para nosotros que estamos en el plan de mejorar todos los días no puede existir”.
¿Hay que perseverar entonces?
“En la primera que se intenta casi nunca se llega al triunfo. Así me pasó igual en el fútbol, en los primeros partidos llegué a perder con el Once Caldas, pero seguí hasta ganar la Copa Libertadores. En la vida personal es igual, hay momentos difíciles en que me toca ir a la clínica, pero gracias a muchas personas que me han ayudado he salido de algunas crisis que he tenido”.
Las tres canciones que encabezan su banda sonora.
“1. Me olvidé de vivir, de Julio Iglesias. 2. Lejos de tí, de Juan Carlos Godoy. 3. Canción de boda, de Demis Roussos”.
¿Es un hombre creyente y de fe?
“Sí. La fe es algo que buscamos, pensamos, no la vemos ni la sentimos, pero es algo en que creemos”.
Su concepto de Dios.
“Es el ser superior. Respeto las demás creencias, pero lo he sentido presente”.
Sus ángeles de la guarda
“Adriana (esposa), José Fernando (hijo), mi familia y hermanos, y Luis Alfonso Sosa, mi amigo. También el grupo de terapia respiratoria de Hospital en Casa”.
¿Ya perdonó?
“A los muchachos y las mujeres que me hicieron esto no los conozco. ¿Yo perdonar? Yo no soy nadie para perdonar, eso se lo dejo a Dios. Ellos mismos, los que me hicieron esto, la conciencia los acusa o no los acusa de algo malo que hicieron”.
¿El tiempo ha hecho su tarea con la resiliencia?
“El tiempo va pasando, no digamos que se olvida, pero en ciertos aspectos se va tratando de superar mucho todo esto”.
Un término subvalorado: el tiempo
“El tiempo es el que nos mueve día a día. Hay que aprovecharlo con algo interesante: estudiando, leyendo algo interesante, tratando de investigar cada cual en su campo en los conceptos que necesite para avanzar en su profesión”.
Su hijo se decidió por ser ciclista y no por el fútbol
“Me parece que el ciclismo es un deporte muy duro y difícil, pero hay que ayudarle en lo que a él le gusta. En la parte de disciplina si está la pelea conmigo, si él no se disciplina jamás va a triunfar en el deporte. Él me va a tener a mí como el personaje principal que le va a estar diciendo en qué obra bien y en que obra mal”.
¿Se siente querido y recordado?
“Sí. A los sitios donde voy la gente me reconoce y me admira y me felicita porque he mejorado mucho”.