Buscadores de la verdad, legitimadores, líderes, veedores… en realidad los compromisos no son tan nuevos; nuevo es el impacto de la tecnología en la comunicación y en los medios.
Las pasadas elecciones dejaron entre otros desenlaces una fractura entre medios de comunicación y las audiencias que buscan cautivar. La labor de la prensa, clave para tomar decisiones informadas, generó entre el público sensaciones de ser desarrollada entre afectos, fobias, compromisos.
¿En realidad los hubo? Cada medio sabrá en qué medida protegió los valores del periodismo o los desvió hacia intereses particulares, pero la fractura con las audiencias es evidente, por supuesto manteniendo de vista que al público también le hace falta formación en consumo de medios, saber diferenciar entre información, publicidad, opinión editorial y opinión de un columnista o invitado, además de aceptación de que los hechos son lo que son, al margen de los deseos, y ni se diga la brecha no siempre percibida entre dato informativo, trino y chat.
Al público le hace falta formación en consumo de medios, saber diferenciar entre información, publicidad, opinión editorial y opinión de un columnista o invitado del medio de comunicación, entre hecho, trino y chat
Periodismo independiente es lo que se espera de los medios cuya producción no está ligada y declarada expresamente a intereses específicos, a relaciones públicas, a hacerle propaganda a un funcionario, a un movimiento. Periodismo independiente es, incluso, una obviedad, porque la labor no puede estar ligada a dependencia y sí a principios como búsqueda de la verdad, legitimación, liderazgo y veeduría.
Ese es el compromiso que renovamos ahora que estamos de regreso a las calles y que establecimos en noviembre de 1990, desde la primera edición.
Nos hemos propuesto lograrlo con base en diferentes acciones como no tomar partido por nada diferente a la búsqueda de la verdad, con todo y lo difícil que es. Con la convicción, como lo decía el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski, de que “la noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro”.
Acordamos encarar el reto, qué difícil, usted lo tiene a prueba en su día a día, de fiscalizar, pero no juzgar. Vamos con la tranquilidad de saber que la objetividad no existe, como sí la vocación por darles cabida a diversidad de puntos de vista.
Contamos con ustedes. Con los lectores, como seguidores, proponentes y productores de contenidos. Y con los anunciantes, que, además de cumplir sus objetivos de empresa privada, suman en este proceso de responsabilidad social de impulsar los medios y, en últimas, contribuir al fortalecimiento del sentido de comunidad.