A Medellín no le ha faltado energía para cumplir los propósitos que se traza. Su nueva meta consiste en convertirse en líder en movilidad eléctrica en el continente y para eso los sectores público y privado trabajan articulados para alcanzar resultados. Sin embargo hay otros países, como Argentina, que también tienen el mismo propósito, pues este es un aspecto central dentro del cumplimiento del Pacto de París, que busca mejores acciones por la reducción de emisiones contaminantes.
Por Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
Que la columna vertebral del sistema masivo en Medellín, con las líneas de metro, cables y tranvía, funcione con energía eléctrica es un primer impulso a esta iniciativa; sin embargo, las autoridades locales ya tienen nuevas metas que ayudarían a robustecer la oferta de una movilidad impulsada por energías limpias.
El Metro de Medellín estima que solo en 2017 se evitó el consumo de más de 48 millones de galones de diesel y la emisión de más 483 mil toneladas de CO2 a la atmósfera, estimados en la distancia recorrida por los viajeros en el sistema y no en transporte público colectivo.
El Secretario de Movilidad de Medellín, Humberto Iglesias, anunció que está muy avanzada la estructuración del proyecto que le permitirá a la ciudad tener 1.500 taxis eléctricos, que reemplazarán los vehículos amarillos que cumplieron su vida útil. Se sumarán 50 buses eléctricos para reforzar la operación de las líneas de Metroplús.
Las buenas posibilidades de Medellín
Santiago Ortega, profesor de la EIA, considera que la idea de trazarse esa meta es positiva, pues sirve de foco a la hora de tomar decisiones públicas y privadas. Además, considera, que Medellín es ciudad perfecta para hacer esa transición hacia la movilidad eléctrica, pues “cuatro de las cinco empresas más importantes de energía del país están en la ciudad, por lo que se cuenta con el respaldo de todo el cluster de energía eléctrica”.
“Ojalá tengamos vehículos particulares y de carga, que ayuden con el propósito de una ciudad de cero emisiones y no tengamos problemas de calidad del aire”, concluyó.
Sin embargo, Ortega también advirtió que aunque para el ambiente es una noticia favorable, en términos de movilidad las opciones más sostenibles siguen siendo los sistemas como el metro, las bicicletas y caminar.
Actualmente, Medellín lleva la delantera en esta materia en el país. De los 960 vehículos eléctricos que hay en Colombia, en esta ciudad circula el 33%, proporción que, de acuerdo con expertos, seguirá creciendo a la luz de la dinámica del mercado.
¿Qué es primero?
Una de las preguntas más recurrentes en este tema tiene que ver con qué tendría que llegar primero: la infraestructura de carga o los vehículos que garanticen la viabilidad de esa infraestructura. Compañías como EPM, en lo público, y Celsia, en lo privado, rompieron ese dilema y han instalado estaciones de carga eléctrica en puntos estratégicos de la ciudad.
Jhon Maya, Vicepresidente de negocios de EPM, afirmó que la compañía ya tiene 19 puntos en la ciudad (14 de carga lenta y cinco de carga rápida) y cuenta con el beneficio de que “por el costo de la energía para los usuarios en cualquiera de esos puntos, la factura les llegará con los servicios públicos. No tienen que sacar dinero con cada recarga”.
Para Maya, a partir de estos puntos se genera la confianza a los compradores de tener un respaldo para la recarga de sus vehículos, lo que a su vez redundará en la llegada de más vehículos. “En términos de negocio es una de las apuestas de EPM”, aseguró el Vicepresidente de Negocios.
La cuota inicial para ser la capital de la movilidad eléctrica en el continente la ponen el metro y el metrocable. En el camino se trazan otras metas como buses y taxis eléctricos. Estos son los retos.
Autogermana, por ejemplo, tiene 150 vehículos híbridos y eléctricos rodando en Medellín. Su gerente, Andrés Fuse, cree que hay mucho espacio para crecer, pues ya hay oferta de vehículos eléctricos e híbridos más económicos que algunos de combustión. “Sin duda pueden ser más asequibles en la medida que evolucione la tecnología y bajen los costos de producción”.
Advierte Fuse que la demanda de algunos modelos ha estado por encima de la misma oferta, gracias a la conciencia y a la aceptación del público frente a este tipo de vehículos que ofrecen altas autonomías y costo por kilómetro recorrido incluso menor que un carro tradicional. Considera que “Medellín va en el camino de ser la capital latinoamericana de la movilidad eléctrica” y aunque es un sueño que sólo se materializa en el largo plazo, cree que es una de las ciudades que más rápido avanza en ese propósito.