En estos tiempos de pandemia y confinamiento, la palabra virus es una de las más difundidas en el mundo entero. Y no solo en el campo de la medicina y la biología, sino también en el de las comunicaciones: a la humanidad le preocupan tanto los desafíos del coronavirus, como los estragos de la infodemia. Este fue el tema de la Cátedra Abierta Saberes con Sabor, iniciativa de la Universidad Nacional y la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en la conversación entre la periodista Ana Cristina Restrepo y la científica Gloria Inés Sánchez, fundadora del Grupo de Infección y Cáncer de la UdeA, y líder de investigaciones sobre el Virus del Papiloma Humano y del descubrimiento de la vacuna para prevenir el cáncer de cérvix.
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¿Cómo se encuentran la ciencia y la comunicación para contribuir a una cultura de la búsqueda permanente de la verdad? Esta fue la pregunta orientadora de esta conversación, que partió narrando la situación presentada en el año 2014 en el municipio de Carmen de Bolívar, en la que una cadena de informaciones falsas y malinterpretaciones ocasionaron una drástica disminución en la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano en Colombia. Y esta pregunta cobra especial vigencia justo ahora, cuando está en marcha la vacunación contra el COVID 19 y se hace necesario salirle al paso a la difusión de información engañosa y carente de sustento científico, con toda clase de especulaciones para sembrar la duda en las personas sobre vacunarse o no.
Gracias a las investigaciones y a la gestión del Grupo de Infección y Cáncer de la Universidad de Antioquia, liderado por la doctora Gloria Inés Sánchez, fue posible, en el año 2012, que la OMS y la Organización Panamericana de la Salud facilitaran en Colombia la distribución, a muy bajo costo, de la vacuna contra este virus. Según se había demostrado ya en otros países, el Virus del Papiloma Humano tiene una alta incidencia en el desarrollo del cáncer de cérvix, que, según afirma la doctora Sánchez, es uno de los más frecuentes en nuestro país. Una vacunación temprana contra el virus, en niñas adolescentes, logra disminuir considerablemente la incidencia de esta enfermedad mortal.
La vacunación se estaba desarrollando con grán éxito en el país, hasta que, en 2014, a raíz de la información de una supuesta reacción alérgica a la vacuna en un grupo de niñas de Carmen de Bolívar, se generó una cadena de falsas noticias, en las que operaron con efectividad los prejuicios morales de dirigentes y educadores de todo el país. Aunque nunca se demostró que la vacuna contra el Virus del Papiloma fuera la causante de la reacción en cadena, las consecuencias siguen vigentes: la utilización de la vacuna en el país no pasa todavía del 10%.
En este caso, tanto la doctora Gloria Inés Sánchez como la periodista Ana Cristina Restrepo tuvieron un papel protagónico. “Los eventos de Carmen de Bolívar coinciden con la vacunación de mi propia hija –cuenta Ana Cristina-, y, por tanto, me interesé particularmente en el tema”. Sus investigaciones periodísticas y columnas de opinión fueron la voz racional en ese momento, frente a muchos medios de comunicación del país que se convirtieron en parlantes de las campañas anti-vacuna y anti-ciencia. “Los grandes medios muerden este anzuelo muy fácilmente –dice-, porque todo lo que apela al morbo natural de los seres humanos tiene mucho rating”.
¿Qué falló –y sigue fallando- en este desencuentro entre la ciencia y la información? Según Ana Cristina Restrepo, los periodistas no se preparan para hacer divulgación científica, y hace una serie de recomendaciones al respecto: búsqueda rigurosa de datos; elección cuidadosa y confrontación de fuentes científicas, y contextualización con el panorama mundial. “Y algo muy importante –agrega-: a los periodistas, a veces, nos falta humildad. Tenemos que ser capaces de volver a la fuente después de hacer nuestro trabajo periodístico, para garantizar precisión y veracidad”.
La doctora Gloria Inés Sánchez, por su parte, reconoce que, con frecuencia, los científicos no contribuyen a difundir con claridad sus investigaciones. “Nos corresponde un trabajo que no hacemos –dice-. Nosotros tenemos que traducir la información científica en palabras generales, para que la gente entienda bien qué es lo que pasa”. Y agrega: “Debemos acercarnos más a los medios y ser más amigables, no solamente cuando tenemos las noticias que nosotros queremos contar”.
Finalmente, la invitación de Ana Cristina Restrepo, desde el periodismo, y Gloria Inés Sánchez, desde la investigación científica, es trabajar en conjunto. “La divulgación científica se inscribe en la información de los derechos humanos –afirma Ana Cristina-, porque cuando difundimos ciencia estamos protegiendo la vida”. Se trata, entonces, de una alianza que exige de los científicos más claridad en la información, y de los periodistas más rigurosidad. Y en estos momentos para avanzar con éxito en la erradicación del COVID 19 cobra más relevancia ese trabajo articulado entre la ciencia y la comunicación.
Los invitamos a ver la charla completa en el siguiente link: unvirtual.medellin.unal.edu.co
Por: Unimedios – UNal Medellín