Los churros de Lucho

- Publicidad -

Los churros de Lucho: En la avenida 34 con la loma de Los González, Luis Ángel Giraldo Jiménez vende hace 17 años sus crocantes macitas de harina fritas.

Por:  Claudia Arias / [email protected]

Treinta aritos dorados, azucarados y recién salidos de la paila, basta tener $2.000 preparados y contar con la suerte de ir caminando por el sector o de que el semáforo esté en rojo para no hacer esperar al carro de atrás. Todo por una de las bolsitas de churros de Lucho, quien lleva en el oficio 37 años; lo aprendió de sus primos y ha pasado por muchas esquinas de la ciudad, pero se quedó en esta, con todos los permisos en regla, hace ya un buen rato.

- Publicidad -

Dice que el secreto está en la masa, que él mismo prepara en su casa, y en la temperatura del aceite, la cual debe ser exacta para lograr la crocancia deseada. Ya en la operación tiene mucho apoyo: su hermano Jesús Abel –quien tiene una discapacidad de talla baja– “charolea” para tentar a conductores que vienen de todos los lados; y en el proceso de preparar, freír y empacar trabajan Roger, Antonio y en ocasiones su hermana Rubiela.

Están allí de nueve de la mañana a seis de la tarde y venden bien, con clientes fijos y ocasionales, con parada obligada de más de una ruta escolar. Si no los ha probado, la próxima vez que se cruce por esta esquina no piense, dispóngase.

- Publicidad -

Más notas

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -