Una vez más el manejo ambiental de un proyecto de infraestructura prende las alarmas entre la comunidad.
Ante la preocupación expresada por un grupo de ciudadanos sobre el futuro de los árboles ubicados en cercanías a la iglesia de San Lucas, entre los que se encuentra un balso de gran calado, Fonvalmed anunció que se modificará los diseños en este sector para salvar ese árbol y otros seis chiminangos; y que en los demás tramos está haciendo “un inventario árbol a árbol” para determinar cuántos tienen menos de un metro de altura y cuáles se pueden trasplantar.
César Giraldo, director de Fonvalmed, explicó que aunque la obra ya cuenta con los permisos de aprovechamiento forestal otorgados por el Área Metropolitana, el proceso de socialización “se realizará antes de la etapa operativa, que iniciará pronto”.
Giraldo, quien no se atrevió a dar un número total de talas de árboles hasta que finalice el inventario, sí adelantó que las autorizadas superan el centenar. El funcionario explicó que “en el ejercicio vamos mirando qué podemos evitar talar y por eso el inventario de los árboles es inferior al permiso del aprovechamiento”.
Carlos Cadena Gaitán, residente de San Lucas y docente de Urbam Eafit, llamó la atención de los vecinos a entender la importancia de ese pulmón verde. “Se trata de una de las últimas servidumbres existentes, es un patrimonio de la zona”.
Para Cadena esta obra es una “decisión equivocada desde lo ambiental, la movilidad, y la preservación del patrimonio”, por lo que también convocó a los vecinos de San Lucas a considerar opciones legales como la acción popular y los derechos de petición pues según él “aún no tenemos claridad de cuántos árboles talarán y no responden las preguntas hechas por los vecinos”, agrega.
El vecino de San Lucas también solicitó modificaciones al diseño de la nueva vía con el fin de proteger al peatón; sin embargo, aseguró Giraldo, las propuestas fueron rechazadas por parte de Planeación.
La obra de prolongación de la Loma de Los Mangos, realizada con recursos de Valorización, se estima que estaría finalizando para febrero de 2020. La obra y la interventoría tienen un valor cercano a los 12.120 millones de pesos.
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