Fotografía: Saúl Álvarez Lara
Texto: Saúl Álvarez Laraa
Como en todo hay un chino, ya en el año 1200 a.c., los chinos intentaban domesticar el viento con papeles de colores. Mo Ti, el filósofo, hizo una cometa en forma de ave que se sostuvo tres días seguidos en el aire. Años después, en 1778, Goya hizo una de sus pinturas más conocidas, un grupo de elegantes y coloridos goyescos, cortesanos madrileños, echando a volar una cometa. A finales del siglo 19 las cometas fueron la inspiración para el avión que los hermanos Wright pusieron a volar en 1903; y a pesar de que fueron utilizadas como instrumento militar de observación o de comunicación entre trincheras durante la Gran Guerra, las cometas tienen la virtud de elevarnos y ponernos a volar como los pájaros. Recuerdo días lejanos elevando cometas con mis hermanos en el morro detrás de la casa. Quien no haya elevado una cometa que aproveche ahora porque llegaron los vientos…