Ley contra el Ruido: ¿habrá más calma en El Poblado?

Bosques de la Aguacatala, un conjunto residencial ubicado al costado sur del intercambiador vial de la Aguacatala, cuenta con la misma vicisitud del ruido, pero de diferentes emisores: la autopista Regional, el acopio de taxis y buses, el intercambiador vial de la Aguacatala y bares.

Esta situación ha llegado hasta el punto de que el mismo Consejo de Administración de la unidad ha solicitado al Concejo de Medellín comisiones accidentales para tratar el problema que enfrentan.

Como se mencionó en la primera entrega de esta serie, la Ley 2450 de 2025 (Ley contra el Ruido), fue aprobada a principios de marzo y uno de sus objetivos principales es implementar una Política Pública de Calidad Acústica, que permita un plan de acción integral para que las ciudades del país tengan más herramientas para regular el ruido.

La Ley contempla modificaciones a la Ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana) en los cuales fue definido el no uso obligatorio del sonómetro por parte de la Policía para tener en cuenta las denuncias en el artículo 18, parágrafo 3. Esto quiere decir que cualquier persona o grupo de ciudadanos, con pruebas suficientes, puede hacer una denuncia por ruido y la Policía deberá asumir el proceso.

Al respecto, la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín respondió varias preguntas sobre la gestión. Esta cartera indicó que, en 2024, logró capacitar a más de 1.700 personas en temas relacionados con el manejo del ruido y se identificaron las zonas acústicamente saturadas de la ciudad.

Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares, recalcó que los restaurantes afiliados están dentro de la llamada “alta mixtura”, es decir, en una zona territorial donde se permite la vocación comercial y sus dinámicas: “La hora máxima de operación de los establecimientos nocturnos en El Poblado en lugares como Provenza, la 10, el Parque El Poblado y el Parque Lleras es hasta las 4 de la mañana”.

El ruido —dicen algunas personas que por motivos de seguridad piden mantener en reserva su identidad— persiste de forma continua durante toda la noche. Entre las 4 y 5 de la madrugada, los establecimientos empiezan a cerrar.

Los vecinos han enviado peticiones, con evidencias, a la inspección, pero no se soluciona el problema. Antes, por el contrario, dicen que parece incrementarse.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de Medellín, en lo que va de este año se han realizado 34 acciones para disminuir este problema e incluyen intervenciones, brigadas de medición, mesas de concertación y sensibilizaciones pedagógicas relacionadas con el ruido.

“Se brinda atención a las quejas interpuestas por ciudadanos frente a establecimientos de comercio, con venta y consumo de licor. Estas acciones buscan generar alertas tempranas ante problemáticas que afectan la convivencia en sectores comerciales”, resaltó la cartera.

Si bien, esta Ley tiene componentes principales (artículos 18 al 22) como la modificación del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que faculta a la Policía para hacer opera tivos más efectivos, la nueva normativa también incluye una serie de lineamientos que tienen que ver con el POT (Plan de Ordenamiento Territorial), es decir, una persona debería detallar en qué tipo de zona vive de acuerdo a su vocación residencial, comercial o industrial.

Así lo explicó José Fernando Álvarez, coordinador de la Mesa Ambiental de El Poblado, quien también dio algunas posibles soluciones frente al ruido que enfrentan varios sectores de la comuna.

Uno de los pasos a seguir y que propone Álvarez es revisar bien el POT y los usos del suelo. Después de corroborar si la zona es de baja o media mixtura —es decir, si tiene o no una vocación completamente comercial— y que las autoridades no han hecho caso a sus denuncias, se puede instaurar una tutela. “Ahí es donde yo digo a la gente que le coloque su tutela al establecimiento. Se puede conseguir un abogado e incidir de manera independiente o conjunta, entre varias organizaciones como la JAC (Junta de Acción Comunal) o JAL (Junta Administradora Local). Este es un recurso que se convierte en un llamado también a la administración del establecimiento para que revise ese problema”, indicó Álvarez.

Camilo Quintero, líder y coautor de la Ley contra el Ruido, indicó la importancia de seguir el llamado conducto regular dentro del cual es vital no intentar incitar, de forma abrupta, a que las personas apaguen su parlante o fuente de ruido para evitar problemas de seguridad.

De igual forma, se recomienda llamar a la Policía, aliarse con varios vecinos que sufren la problemática, llegar a algún acuerdo con el administrador del local, bar o discoteca, crear veedurías para hacer seguimiento y por último recurso: una tutela.

Frente a algunas respuestas de autoridades municipales que hablan de un plazo aproximado de 18 meses, a partir de la vigencia de la Ley, para ver resultados contundentes de esta nueva Ley, el representante a la Cámara, Daniel Carvalho, autor de esta iniciativa, indicó que es falsa esa afirmación, puesto que ese tiempo está estipulado para que el Ministerio de Ambiente haga la Política de Calidad Acústica y para que los municipios realicen sus planes locales de gestión. Sin embargo, los demás artículos facultan a la Policía para atender casos de ruido vigentes.

Ambos líderes de la Ley contra el Ruido (Carvalho y Quintero) resaltaron que aunque ella no va a solucionarlo todo, sí creen que puede ayudar a mitigar problemas de convivencia, de la mano de la pedagogía y concientización de la nueva norma.