Durante el primer día de Colombiamoda 2025 miles de personas conocieron los pabellones principales de uno de los eventos más importantes de Latinoamérica en el contexto y ecosistema de la moda.
Cientos de personas representantes de países como China, Turquía, Brasil, Perú, México entre muchos más, conocen el talento nacional en múltiples marcas de diferentes tamaños, colores y matices.
Una de las palabras que más resuenan en las últimas ediciones de la feria de moda más importante del país es “Sostenibilidad”.
A partir de ella múltiples pabellones y eventos de la feria han planteado la necesidad de crear prácticas y acoger nuevas formas de hacer moda a través del cuidado del planeta.

Por ello, en este evento uno de los pilares fundamentales es el Pabellón del Conocimiento Inexmoda Pascual Bravo-Sapiensa, un espacio en el que el conocimiento del Sistema Moda más grande de la región abre las puertas a todo el público y ofrece charlas con invitados de carácter local, nacional e internacional.
Este espacio con acceso gratuito plantea interrogantes como: ¿Hacia dónde va la sostenibilidad en la moda? ¿Cómo entender los nuevos procesos ambientales que demanda la industria?
Ruta de la sostenibilidad
Para contribuir a este tipo de conversaciones, una de las líneas temáticas de Colombiamoda este año es la “Ruta de la Sostenibilidad”, un espacio que acoge a exponentes internacionales para que den a conocer sus marcas, emprendimientos e ideas acerca de la sostenibilidad y la moda.
Una de las exponentes de este espacio fue la cofundadora de GoTrendier, —aplicación que ayuda a vender ropa usada— Ana Jiménez Sánchez, quien enfatizó en la denomina Fast Fashion, término por el cual se le denomina a la moda e industria que produce en enormes cantidades para luego generar grandes volúmenes de desechos.
“El fast fashion ya no está pudiendo vender lo que fabrica, se vende solamente el 80 %. Entonces, crecer en producción no está siendo un camino, ya es un callejón sin salida, prácticamente”,
señaló Jiménez.
Por estos fenómenos y muchos más que ayudan a que la industria de la moda sea una de las más contaminadoras, nacen emprendimientos que ayudan a mitigar aquel volumen abismal de residuos que anualmente se generan en el mundo.
Patiamarillos, los orígenes del calzado
Desde Barichara, Santander, Mónica Sánchez y Natalia Salazar son las encargadas de darle un significado especial a las alpargatas de esta región, ubicada en el oriente colombiano.
“Así nos llaman a nosotros los nativos de Barichara por el color de la tierra. Entonces, cuando nuestros ancestros caminaban en sus alpargatas, que es el calzado tradicional de ellos, toda la tierra se les metía al zapato y cuando ellos venían bajando la loma siempre decían, “Ahí vienen los Patiamarillos”, resaltó Mónica Sánchez e hizo énfasis en el nombre de la marca y el cómo en esa región nació aquel término.
A partir del nombre se dedicó a crear alpargatas hechas con botellas PET recicladas y algodón recuperado de la industria textil.

Tanto Mónica como Natalia le dan un resignificado a los orígenes y costumbres de su tierra natal.
Desde 2019 nació la marca de la mano de un compañero, pero por temas de pandemia tuvo que bajar la producción, sin embargo, con su nueva socia —Natalia— desde 2023 han crecido en producción llegando a producir 400 pares de zapatos a la semana.
En el emprendimiento hacen parte tres personas en la parte del diseño, mientras que en la producción son tres y a veces cinco en la fábrica, dependiendo de la cantidad de producción.

En sus procesos incentivan la participación de artesanos locales que hacen todo el calzado a mano para rescatar —como lo menciona Mónica— aquella “moda lenta” que se enfoca en preservar aquellos ritmos de producción desde los orígenes, sin aquel afán masificado que imponen las grandes marcas.
Para estas dos diseñadoras de moda su foco de ventas está situado en Barichara —cerca al parque central—, Bogotá y Medellín.
También hacen envíos a nivel nacional a través de su usuario @patiamarillos.co
Mopa, la presencia nariñense en Colombiamoda
Desde el sur del país hace presencia en la feria la marca Mopa, una apuesta a preservar un legado indígena y ancestral a partir de prendas hechas con insumos vegetales como el algodón y el cáñamo.
Su creador es Ricardo Salas, un emprendedor que hizo de la guanga —telar ancestral nariñense— una forma de crear moda a la vanguardia.

Proviene de Pasto, Nariño y sus prendas combinan los diversos colores de esta técnica indígena.
En Mopa se puede encontrar un universo de vestuario muy amplio como son las faldas, los tops, las chaquetas, busos deportivos, camisetas, pantalones en lino, camisas en lino, sombreros, entre otros.
“Mopa nació con el propósito de fortalecer nuestra identidad cultural, principalmente porque miramos que en Pasto, Nariño, existen unos tejidos tradicionales que los hacen nuestras abuelitas”,
indicó Ricardo Salas.
Salas también resalta que esos tejidos y tradiciones se han ido perdiendo con el tiempo porque ya los jóvenes no lo miran como un proyecto de vida.
“Entonces, nosotros desde esa perspectiva hemos creado Mopa con el propósito de fortalecer esa identidad, brindarles oportunidades a las comunidades de trabajo”, añadió Salas.
Comunidades como los pastos, quillacingas, Inga y Kamëntšá han sido la herencia e inspiración para esta marca que consolida su propuesta a partir de la sostenibilidad de sus pueblos originarios.
La empresa directamente trabaja con 10 personas en la planta de producción y las comunidades indígenas aportan 30 artesanos más con talleres satélites donde se hace la confección.
Para conocer todo el catálogo de Mopa, puede consultar la marca en su red social: @mopa.co