Un grupo de jóvenes caminantes de espíritu recorren caminos de los municipios de Antioquia para captar nuevos paisajes, experiencias y sonrisas
Las suelas de los tenis del ingeniero jubilado Víctor Uribe ya han recorrido cientos de kilómetros por caminos de Antioquia. El lente de la cámara del también ingeniero Leonidas Mesa ha obturado esos caminos, esos paisajes, esas calles coloniales, esos bosques y esas escuelas por las que el grupo de Jóvenes Caminantes ha dejado huella.Lo de jóvenes parecería una ironía, pero no lo es, en cada salida demuestran tener el vigor de un joven.
Por Daniel Palacio Tamayo
Todo empezó porque después de varios recorridos por los caminos del Parque Arví, en Santa Elena, Uribe les escribió un correo a compañeros y conocidos jubilados de Empresas Públicas de Medellín para convidarlos a salir de la casa, la esquina, el barrio; para respirar nuevos aires de la vereda, el corregimiento, el pueblo. El grupo empezó con 5 personas y ya hay registro de más de 260 que han asumido el reto. En 2015 realizaron 22 caminatas y 2 puebliadas que incluían amanecida.
“Hay dos que me he perdido. En una de ellas tenía una gripa muy fuerte, y resulta que el grupo de caminantes se perdió y terminó caminando por el monte, ¡yo como tengo las rodillas de flojas.!, siquiera esa me la perdí, y lo agradezco”, recuerda Víctor. Dentro del grupo de caminantes hay personas hasta los 79 años y Manzanito, que tiene cuatro patas, y cumple una labor fundamental.
Manzanito, que por ratos camina, y en otros es cargado por su amo en una jíquera, tiene como función morder cuando a alguien se le está bajando el azúcar, lo que lo obliga a ingerir de inmediato una comida o bebida dulce. La logística de cada salida implica un recorrido previo para diseñar la ruta, hacer la altimetría, contratar los buses y un seguro; además de verificar los lugares para la alimentación. “Esas señas que vamos tomando sirven para saber qué tanto aire necesitamos para terminar de llegar”.
En cada salida, cada caminante impone su ritmo. El ritmo del ingeniero Mesa es el que le impone la paciencia para buscar cada ángulo del mejor paisaje que retrata con su cámara. Generalmente al final del recorrido se queda rezagado. “Yo les pregunto a los primeros en qué momento vieron el paisaje, yo creo que lo vienen a contemplar cuando les comparto las fotografías”.
Esas imágenes han quedado registradas en postales de Abejorral, El Carmen de Viboral, Santa Rosa de Osos, en los que quedan memorias, recuerdos e inspiraciones. “Por eso algunas están en blanco y negro, porque es como una forma de intervenir y lograr una introspección del paisaje”. Para este ingeniero la gama de grises también captura la exuberancia de los bosques y las montañas de la región.
Cada caminante, antes de salir muy temprano en Medellín selecciona sus provisiones para el camino. Sin embargo últimamente iniciaron con una labor que es tan reconfortante como conocer paisajes desconocidos de Antioquia. En esas escuelas que encontraban en el camino también conocieron el rostro de la pobreza rural. Por eso iniciaron la recolección de un dinero con el que no solo han entregado cientos de materiales escolares, recuperado techos y cocinas de escuelas, sino conseguido abrazos y sonrisas.
Para contactar los jóvenes caminantes:[email protected]