Las aves coquitos o ibis negros, de la especie Phimosus infuscatus, habitan el Valle de Aburrá y se consideran la tercera especie más rescatada en la subregión antioqueña.
Durante el 2021, al menos 294 aves coquitos han ingresado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre debido a graves obstrucciones y heridas en su tracto digestivo, como consecuencia de la ingesta de alimentos mezclados con residuos.
El ibis: no es gallinazo, no es hotel y Supermán no existe
Alfileres, botones, monedas, tarjetas sim, vidrios, plásticos, colillas, tuercas; todo esto es lo que encuentran los médicos veterinarios del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, operado en convenio con la Universidad CES, al momento de realizarle las necropsias a los coquitos o ibis negros.
La ingesta de los alimentos con residuos sólidos, muchas veces cortopunzantes, ocasionan en los animales y en este caso en las aves coquitos, la obstrucción o perforación del aparato digestivo, lo que les impide comer, les genera dolor e, incluso, se convierte en la principal causa de muerte de los animales.
Así lo afirma Juliana Jaramillo Cárdenas, médica veterinaria del CAV, quien expresa que “los coquitos son vulnerables a la ingesta de estos elementos y a la manera cómo las personas depositan la basura inadecuadamente”.
Por esta razón se creó la “Operación coquito”, una campaña que lleva el mensaje a la ciudadanía de la importancia de depositar correctamente los residuos sólidos, y de esta manera, cuidar la vida de los animales silvestres como es el caso de las aves coquitos.
La “Operación coquito”
Juan David Palacio Cardona, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, aseguró que la campaña “Operación Coquito” busca generar conciencia ambiental en los ciudadanos y, a la vez, que estos comprendan que el depositar adecuadamente la basura, no solo es aportar al medio ambiente, sino que es una buena manera para salvar la vida de los animales.
No solo los coquitos se ven afectadas por la ingesta de alimentos mezclados con basura, sino que otros animales, como mamíferos, han resultado intoxicados por rodenticidas, herbicidas y otras sustancias. También, al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre han ingresado casos de serpientes atrapadas en trampas de pega, lo que les genera complicaciones en su funcionamiento biológico.
“Mandamos un mensaje a toda la ciudadanía para que utilicen todas las canastillas dispuestas en el espacio público para la recepción de las basuras; esperamos contar con los ciudadanos para la protección de la fauna silvestre y el adecuado manejo de los residuos sólidos en Medellín”, expresó Alejandro Gallego Hernández, gerente Emvarias Grupo EPM.
Y es que esa empresa se ha unido a la campaña, porque considera importante hacerle un llamado a la ciudadanía a cumplir con el depósito de la basura en los horarios y días establecidos, con el fin de evitar el aumento descontrolado de residuos sólidos en las calles, lo que sería letal para las aves y todos los animales.
Recomendaciones para convivir con los animales silvestres
- Reducir los residuos al máximo, evitando los elementos de un solo uso, en especial plásticos.
- Sacar las basuras en el horario de recolección establecido, para evitar que se acerquen animales a alimentarse.
- Las pequeñas basuras como colillas, empaques, palillos, mezcladores desechables, entre otros, deben disponerse en las canastillas dispuestas para tal fin. En Medellín, Emvarias tiene dispuestas más de 9.000 distribuidas en todos los barrios.
- Tirar basura a las calles puede obstruir el alcantarillado y atraer animales a las vías, lo que los hace propensos a atropellamiento.
- Los residuos cortopunzantes tienen una disposición especial.
Las aves coquito
De acuerdo con los profesionales del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV, las aves coquitos, habitan el Valle de Aburrá desde hace aproximadamente 15 años y, en la actualidad, es común verlas en zonas verdes, humedales y quebradas.
De igual forma, mencionaron que los coquitos se alimentan introduciendo su pico en la tierra húmeda o el agua, en búsqueda de semillas o invertebrados, pero no logran distinguir qué están consumiendo. Debido a esto, los pequeños residuos o basuras terminan dentro de su cuerpo.