La langostilla de río o cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), originaria del sureste de Estados Unidos y noreste de México, se ha expandido a numerosos países, convirtiéndose en una de las especies invasoras más dañinas para los ecosistemas acuáticos. Sus hábitos excavadores erosionan las orillas de ríos y lagos, alterando la estructura de los hábitats y desplazando a especies nativas de cangrejos y otros invertebrados.
Esta especie invasora no solo afecta la biodiversidad, sino también la economía. Sus excavaciones pueden dañar infraestructuras como sistemas de irrigación y diques, así como causar pérdidas en la agricultura debido a los daños directos que provoca en los cultivos. Además, su presencia supone un riesgo sanitario, ya que puede ser vector de bacterias como Vibrio mimicus y Vibrio parahaemolyticus, causantes de gastroenteritis, y Francisella tularensis, que provoca tularemia.
Cornare hace un llamado a la comunidad para que evite la captura, manipulación y consumo de estos cangrejos, y para que no los alimente en su hábitat, con el fin de frenar el aumento de sus poblaciones. Asimismo, se solicita que se reporten avistamientos de la langostilla de río u otras especies invasoras a la línea de atención 5461616 ext. 292 o al correo [email protected], permitiendo así implementar medidas de control efectivas.