Una secretaria de despacho que canta y dirige la orquesta. Que armonizó la variopinta demanda de los artistas locales. Que apuntala bienes históricos deteriorados y quiere llevar el arte a todos los rincones de su ciudad.
Está cantado: una semana cultural de catorce días, un festival de la parranda, un encuentro de tango y uno de jazz, otra vez billar al parque y después la inauguración de la nueva sede de la Escuela de Artes Débora Arango, y en tiempo no definido la apertura de un museo arqueológico, y luego la implementación de los puntos artísticos zonales PAZ en todo el territorio de Envigado. Esto y mucho más, en el entusiasmo pleno que caracteriza a la secretaria de Cultura de esta ciudad, Ruth Verónica Muriel López.
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Lo dicho es apenas el comienzo, porque la entidad todavía es párvula (torta con la primera velita ahora en julio), y sin embargo piensa y actúa como veterana. ¿La explicación? Su orientadora es una artista de todo el maíz, coinciden líderes de la cultura consultados. Ella se define “Verónica maestra, Verónica investigadora, Verónica artista; soy todo eso. No entiendo las artes si no hay investigación, si no hay preocupación por lo cultural, si no hay un relacionamiento de la creación con el territorio”. Agrega que está definiendo la gestión que dejará en el territorio, además de la realización de eventos.
Verónica a todo volumen
Ruth Verónica está en su salsa. Siempre lo estuvo en los escenarios que recorrió y en donde triunfó, como integrante de alguna agrupación musical o como solista: Antioquia le canta a Colombia, Festival Mono Núñez, Nacional del pasillo de Aguadas, Hato Viejo Cotrafa… y dejemos la lista ahí. Luego vinieron las diez producciones discográficas que recogen 150 temas entre tangos, boleros, música andina colombiana y latinoamericana. La que más recuerda: Cielo azul, que es la única versión femenina de esa canción hecha en Colombia (antes la grabó Margarita Cueto). Dice que sus padres musicales fueron los maestros Luis Uribe Bueno, León Cardona y Elkin Pérez, y se declara privilegiada de haberse hecho artista en sus manos.
“No entiendo las artes si no hay investigación, si no hay preocupación por lo cultural, si no hay un relacionamiento de la creación con el territorio”.
Es magister en educación con énfasis en investigación musical y licenciada en educación artística. Fue presentada por el alcalde Braulio Espinosa en julio de 2021 como la primera titular de la nueva Secretaría de Cultura, con el encargo de fortalecer e impulsar el arte y la cultura en Envigado. Y en esas anda.
La pusieron a prueba con las Fiestas del Carriel en octubre de ese año. “Tuvimos en escena a más de mil artistas; eso fue una cosa contrarreloj”, recuerda. Hechos palpables, mientras establecía el estado de la cultura local. Encontró una ciudad en transición entre la pandemia y la gestión de la Secretaría de Educación, por medio de la Dirección de Cultura, a la que le reconoce muchos aciertos. Pero se dio cuenta también de que era como si la cultura estuviera dormida, y de pronto, los artistas despertaron para inundar su recién estrenado escritorio con decenas de propuestas y proyectos.
Ellos querían conversar, ser escuchados… Logró concretar un gran acercamiento, dice, un ejercicio de entender la situación del artista. A fin de cuentas, ese quehacer de ellos era “la razón de ser de mi vida, porque yo también padecí como fue conseguir un contrato, como abrir puertas en las oficinas municipales, como ir a un festival de la canción con los meros pasajes”. Se apresura a advertir que no se trata de hacer asistencialismo, sino de proponer alianzas, de crear juntos, de ejecutar los recursos económicos de manera descentralizada.
Ahora se la mete toda a la Semana de la Cultura, programada entre el 22 de agosto y el 4 de septiembre. Además de las actividades ya enunciadas pondrá en escena más de cien grupos de danza y teatro, en la ruta del corredor cultural de Envigado.
Se propone que este año las mesas de billar en el parque reciban competidores internacionales. “Tenemos tanto artista en Envigado que en una semana no logramos disfrutar de toda la praxis. Serán dos semanas de disfrute académico, cultural, y de investigación literaria”. Agrega que habrá espacio para la trova y renacerán los sainetes -pieza teatral jocosa, que tiende a desaparecer-; también, un encuentro de músicos que permitirá apreciar las mejores agrupaciones en todos los géneros.
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Interés nacional deteriorado
Por medio de la Dirección de Formación y Patrimonio Cultural, que lo vigila y protege, la Secretaría es responsable de manejar una complejidad mayor: la conservación de diez y seis bienes de interés cultural, entre ellos Casablanca -museo Débora Arango- y la escuela Fernando González, las dos de interés nacional.
La comunidad se queja del deterioro evidente de dichos bienes, especialmente de los paredones externos de Casablanca. Muriel López explica que para este y otros espacios culturales, la Alcaldía ha dispuesto de recursos para aplicar unos “primeros auxilios” que permitan controlar el problema. Ya priorizaron un recurso para la Fernando González, al igual que para Casablanca. Pero para esta última, el valor de la intervención puede estar cercano a los dos mil millones de pesos. Como tiene carácter de patrimonio nacional, es preciso contar con la autorización del Ministerio de Cultura para cualquier intervención. Los trámites iniciaron el año pasado, cuando el ministerio realizó una visita de cuyos resultados aún esperan respuesta, a pesar de las reuniones en Bogotá con la ministra Angélica Mayolo. Con el limitado recurso local se busca prevenir un poco el deterioro físico, para abrir Casablanca al público en el segundo semestre. Por ahora se puede visitar en pequeños grupos, los martes y jueves, previa inscripción.
Se gesta el Museo Arqueológico
Ahora bien, por donde se hurgue el histórico territorio de Envigado aparecen materiales prehispánicos indígenas. Ahí le surge otro reto a la todavía niña Secretaría de Cultura: disponer de estos hallazgos arqueológicos, de manera adecuada, para el conocimiento y disfrute de la ciudadanía. Contabilizan veintitrés mil piezas, de las cuales ocho mil permanecen guardadas en bodegas; doce mil están en custodia de la empresa Metroplús. Ya solicitaron su devolución a la ciudad -hace unos dos meses los contratistas encontraron otras cinco mil piezas-. Ruth Verónica anuncia que con la Universidad de Antioquia están generando un guion de adecuación para dar vida al museo requerido, y prepararse para disponer de los materiales que seguramente seguirán apareciendo, porque nuestros antepasados insisten en develarnos su estilo de vida y su cultura.
Finalmente, la secretaria de Cultura anuncia que avanzan los detalles para abrir al público y alumnos la nueva Escuela Superior de Artes Débora Arango, edificación que comparte terreno con la Biblioteca Parque Cultural del mismo nombre. La inauguración está prevista para noviembre de este año.
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Lo cierto es que en Envigado abundan las voces de respaldo a la gestión de la funcionaria con voz de contralto. Guillermo Aguilar, presidente de la Corporación Encuentro Nacional del Tiple -Cortiple-, la describe como “Muy activa y propositiva, muy comprometida con su tarea”, hace notar que ha convocado a múltiples sectores representativos de la cultura, y que es receptiva a sus inquietudes. Destaca la solvencia de sus capacidades, y su formación musical y en los campos cultural y artístico. En esta apreciación coinciden, entre otros, el escritor y promotor cultural Jorge Humberto Restrepo, director de la revista La Vitrola de Envigado Señorial.
Cuarto de hora para que la polifacética Ruth Verónica propicie su cuarto de hora a los músicos, poetas y locos que brotan “como por arte” en esta “Otraparte” de Antioquia.