Convocados para escuchar una charla en el Palacio de Bellas Artes, en el hall exterior del edificio Coltejer o en el Teatro Pablo Tobón Uribe; llamados a observar los árboles y la fauna que hay en La Playa, a gozar de un concierto al aire libre o a detenerse en una exposición en la Casa de La Lectura Infantil de Comfenalco. En fin, los escenarios en los que se hace visible el proyecto La Serpiente son variados y las temáticas y relatos que se abordan tienen que ver con saberes e interrogantes que giran en torno al centro de Medellín.
La Serpiente nació en octubre del año pasado. Es un proyecto liderado por la Sociedad de Mejoras Públicas y las instituciones a las que les da vida, el Instituto de Bellas Artes, la Fundación Universitaria Bellas Artes y el Parque de la Conservación. Se define como una “estrategia de recuperación integral, revitalización económica y sociocultural de un territorio de la Comuna 10 de Medellín, La Candelaria”. Incluye tres fases, la primera, entre el Museo Casa de la Memoria hasta la Plazuela Zea; la segunda, entre el Museo de Antioquia y el Parque de las Luces, y la tercera, entre el Parque de las Luces y Parques del Río.
La primera fase se proyecta a cinco años. La Playa es su centro. Tiene un carácter urbano que invita a pensar esa vía de tanto significado, a través de tópicos de largo aliento. La lupa, por ahora, está entre el Museo Casa de la Memoria y la Avenida Oriental.
2022
En octubre de ese año se da a conocer el Proyecto La Serpiente. Desde entonces, la agenda ha convocado diversos públicos.
El antropólogo y doctor en Estudios Culturales, el profesor Pablo Santamaría Alzate, curador y gestor de las actividades de La Serpiente, afirma que se trabaja a partir de cinco ejes: el cultural, el ambiental, la habitabilidad, la gobernabilidad y la convivencia, que les permite moverse en muchos ámbitos.
¿De dónde nace su nombre? La sinuosidad de la Quebrada Santa Elena, que serpentea bajo La Playa inspiró su nombre; además, la serpiente ha tenido en distintas culturas significados profundos, uno de ellos relacionado con la renovación. Es simbólico y metafórico. Invita a una pregunta con múltiples respuestas. Los estudiantes de la Fundación Universitaria Bellas Artes participaron en un concurso para construir la imagen e identidad gráfica del proyecto.
La Serpiente está en una primera etapa de sensibilización. Seguirá la de intervención. Se realizan activaciones a través de charlas y conferencias, la última de ellas giró en torno a las bienales de arte realizadas en Medellín, pensando que el edificio Coltejer fue su sede en la versión de 1972. La artista, arquitecta y docente Dora Mejía y la profesora Gladys Ramírez, historiadora del arte y decana de la Facultad de Artes Visuales de la Fundación Universitaria Bellas Artes, trataron el tema ahondando sobre lo que significaron estos eventos para la escena artística de Medellín.
Pablo Santamaría, quien también es profesor de la Fundación Universitaria Bellas Artes, advierte que desde La Serpiente se propician acciones, además de investigaciones relacionadas con la historia de La Playa y su influencia en el pasado y el presente, con una mirada puesta en el futuro. Se quiere conversar en el espacio público y sobre el espacio público, es una cátedra móvil e itinerante, una plataforma de estudio y análisis de asuntos muy diversos, que también propone una agenda de conciertos e intervenciones artísticas.
Y en esa activación de La Playa, se ha invitado a académicos de líneas muy distintas, arquitectos, artistas, biólogos, arqueólogos, y así continuará, pues la idea es abrir un diálogo plural que enriquece el conocimiento del lugar. De hecho, han sido tan significativos estos encuentros, que se publicará un libro que recopilará lo expresado.
EL PROYECTO LA SERPIENTE
Liderado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, cuenta con aliados como la Cámara de Comercio de Medellín, el Metro, Comfenalco, el Teatro Pablo Tobón Uribe y el edificio Coltejer, entre otros.
La Serpiente tiene su ADN en la cultura, el patrimonio, lo urbano y desde los conversatorios y las exposiciones que se están realizando se es coherente con sus objetivos y con la misión de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, que preside Fernando Ojalvo, y que a lo largo de su historia ha tenido como una de sus premisas hacer ciudad.
Pablo Santamaría, quien guía el trabajo curatorial de la mano del profesor Santiago Restrepo Vélez, a cargo de la producción en los programas, señala que hay tres elementos fundamentales, investigación, creación y cocreación, y a partir de ellos se busca una resonancia que impacte y llene de significación los procesos.
Se busca así crear un tejido, un intercambio vital con las voces de los expertos, de los artistas, de los estudiantes, de los espectadores. Diálogo fecundo que une lo público y lo privado, desde la academia y el arte. La Serpiente es una plataforma sólida que activa La Playa.
La Serpiente busca la apropiación del territorio -La Playa- de manera sensible para ser reconocido, habitado, disfrutado. Apropiado. Un escenario de usos mixtos donde lo cultural, lo económico, lo turístico, lo educativo, lo residencial, lo patrimonial marcan sus días y sus noches.
Los ejes con un propósito
En la primera etapa del proyecto La Serpiente hay cinco ejes:
1. La Serpiente Verde: movilidad, medio ambiente
2. La Serpiente Participativa: diálogo, cocreación
3. Habitar La Serpiente: habitabilidad urbana
4. La Serpiente Vinculante: circulación y apropiación social que genera conocimiento
5. La Serpiente Cre-Activa: creación artística para la resignificación