La Poda está en mantenimiento
La escultura de Bernardo Salcedo recibe una compleja restauración en un taller, debido al deterioro, causado principalmente por la lluvia
En su momento, Salcedo le dijo a Vivir en El Poblado que “era evidente que a los paisas solo les interesaban las gordas de Botero”. La crítica era por la instalación que hizo EPM de unos tanques de acueducto al lado de la escultura, que aunque benefician a una comunidad, perjudican el espacio de la obra. Varios años han pasado y los tanques continúan allí. “No hemos podido para que trasladen eso, seguro que debe tener costos importantes pero también es cierto que no es adecuado tenerlos al lado de La Poda, obra de mucho valor”, dijo Hermán Montoya, líder de programa Memoria y Patrimonio, de la Secretaría de Cultura Ciudadana.
La Poda es una escultura en acero, de 25 metros de altura por 30 de longitud y 15 de ancho, ubicada en 1997 en la glorieta donde se une la Loma del Tesoro con la de Los Balsos.
Montoya calcula que el mantenimiento al que es sometida desde diciembre puede tener un costo de 54 millones de pesos y que las reparaciones pueden durar meses, ya que hay que desbaratar pieza por pieza y soldar. “Lo que sucedía es que cuando llovía el agua se filtraba y fue pudriendo todas las patas de La Poda. También hubo vandalismo. Hay que desmontarla toda, hacerle canaletas y reemplazar pedazos de las piezas que están destruidas por el óxido”, dijo.
Añadió que “el traslado de los tanques de agua es algo estético pero necesario. Vamos a solicitar a la Secretaría del Medio Ambiente para trasladar unos árboles que tapan la visual de la escultura”.
El mantenimiento hace parte del Plan Especial de Protección Escultórico de la Alcaldía de Medellín.