Hay personas que expresan su verdad, se sienten, se duelen, son pasionales. Están ahí sentadas, y de pronto, de la emoción, “¡se botan de la silla!”. Así es Trinidad Montero, una cantante andaluza estremecida por la música. Nació en la ciudad de Córdoba, un lugar en donde el flamenco se siente por todos lados, o como diría ella, “nos lo mamamos desde chiquititos”.
Cada expresión de Montero está cargada de una especial emotividad que devela el recorrido musical que la ha ido alimentando durante su carrera artística desde 1997. Eterno retorno, fue su primer trabajo de coplas de bolero, que estrenó en 1999. Ella se inició más en la copla que en el flamenco. La copla es un género folclórico que se desprende del flamenco, y a este último lo define como más hondo, más profundo. “Es excesivamente serio. Incluso a veces cuesta interpretar algunos cantes, por eso no todo el mundo está preparado profesionalmente para él”, afirma la artista.
Existen personas que sin ser gitanas, se interesan por este género, como le sucedió a Trinidad. Y agradece que a los artistas cultos, como Federico García Lorca y Manuel de Falla, les haya interesado también. A estos, los ha interpretado recurrentemente en sus presentaciones en Europa y, claro, en Medellín, ciudad con la que ha establecido una conexión que no se da por casualidad. Según cuenta, la gente en Medellín es cálida como son los españoles, por eso, este ha sido un importante escenario y también un lugar que visita desde que fue invitada en 2011 por la Orquesta Filarmónica para el Festival Internacional de Música.
Ahora, con esa misma pasión visceral con la que dice expresarse en el flamenco, se presentará el próximo 20 de marzo en Monticelo, la Casa de Espiritualidad y Convenciones ubicada en la calle 10 A No. 22-6, en El Poblado, en donde interpretará, junto al sacerdote Jaime Arturo Cardona, Un Cante de Fe, la I Exaltación a la Saeta. La saeta es un canto religioso exclusivo de Andalucía, con el que se embellece la Semana Santa y en el que se narra poéticamente la pasión de Cristo. Esta le permite expresarse de manera personal. Ella, con un sentimiento inexplicable y que le pone los pelos de punta, recita en su acento español una letra de saeta: “Con cuatro cirios encendidos vas caminando lentamente, que triste vas padre mío, llevas en tu cara la muerte, al mirarte causas frío”. La intención de Trinidad es traer a las personas “mi forma de vivir la Semana Santa, que no es muy diferente a como se vive aquí”.