Una visita a la Librería del Fondo de Cultura Económica Fernando del Paso, en Medellín, nos lleva a un encuentro vital. Los libros y la buena conversación convocan.
En un rincón de la librería del Fondo de Cultura Económica Fernando del Paso dos niñas buscan entre los anaqueles algunos libros. Se ven cómodas. Mientras pasan una página tras otra, se detienen en alguna frase o en una ilustración. Ilusiona ver, a través de ellas, la vigencia del libro como objeto que convoca al pensamiento, al encuentro, a la diversión.
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La Librería, ubicada en la Biblioteca Pública Piloto, en el sector de Carlos E. Restrepo, rinde homenaje al escritor y pensador mexicano Fernando del Paso, un autor que fue cercano a Colombia y a sus letras, como lo manifestó en varias oportunidades.
Olga Escobar, coordinadora de la librería en Medellín, recuerda que el Fondo nació en 1934 en México. La editorial fundada por el economista e historiador Daniel Cosío Villegas, en sus inicios tuvo un interés en la edición de títulos relacionados con la economía, sin embargo, su espectro se amplió hacia las humanidades, la literatura, la poesía y la ciencia, entre otros.
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El director general de esta institución editorial, que pertenece al Estado mexicano, es el escritor Paco Ignacio Taibo II, quien lidera su destino con un ánimo renovado en la edición de nuevos títulos o la reedición de otros y de proyección y expansión del sello dentro y fuera del país que lo vio nacer.
Los libros publicados por el Fondo de Cultura Económica llegan a Colombia desde hace varias décadas, distribuidos por distintas librerías. Y actualmente hay tres sedes de esta editorial. La primera se inauguró en Bogotá, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez; la segunda está en Medellín y recientemente se abrió una tercera en el norte de la capital del país, que fue nombrada como homenaje a la poeta colombiana María Mercedes Carranza. La dirección del Fondo en Colombia está a cargo de Gabriela Roca. Las subsidiaras trabajan como empresas privadas sostenibles, con metas de venta y publicación.
Un centro de pensamiento y conversación
Olga Escobar estudió periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana y vivió durante siete años en México, donde estuvo vinculada con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, con el área de teatro de la Universidad Nacional Autónoma, con editoriales independientes y con el Museo Nacional de Culturas Populares. Es una gestora natural, estudiosa de los procesos culturales, que desempeña su labor con un respeto profundo por la historia y el legado del Fondo y con el convencimiento del significado del libro para la sociedad.
Y no solo se trata de invitar a los lectores a visitar la librería e inspirarlos con los tomos expuestos. Poco a poco, ha logrado convertir la sede en un centro de pensamiento y conversación en el que se dan cita escritores que ofrecen charlas o presentan sus libros. Hace curaduría de la exhibición, con 10.000 títulos distintos a la vista, y gestiona proyectos con entidades e instituciones públicas y privadas, como la Biblioteca Pública Piloto. Tiene una activa participación en la Fiesta del Libro de Medellín y sus eventos paralelos, y, mes tras mes, ofrece una nutrida agenda cultural con talleres y conferencias, además de la visita a colegios y universidades, entre otros programas.
Una librería, dice Olga Escobar, es un refugio contra las inclemencias del tiempo y de la vida. Un espacio en el que se alimenta el espíritu, el pensamiento y la creación. Es la entrada a los secretos que entrañan las páginas de los libros. Un lugar en permanente movimiento. No estático. Este mes se inicia el Club lector para niños y niñas, entre seis y diez años, en el que seguramente estarán los visitantes del rincón que hay en la Librería para ellos. Un programa que llena de ilusión a Olga, quien plantea esta sede como un paraje de luz.