La cocina es tierra santa, un lugar sagrado en donde nacen aromas y sabores con los que la gente es feliz y hace feliz a quienes la acompañan. No por nada es el primer ambiente de los hogares que se limpian antes que cualquier otro y que se mantienen pulcros y ordenados todo el tiempo. En la cocina, las ollas brillan, los cuchillos están afilados, los electrodomésticos enchufados y los cocineros listos para traer alegría al mundo.
A millones de personas les gusta pensar en el acto de cocinar como un acto de amor, ya sea mediante el uso de una freidora de aire o una simple cacerola. Tomarse el tiempo para preparar los ingredientes y cocinarlos ya sea para otros o para sí mismos es una de tantas maneras de hacer de esta estadía en la Tierra una mucho mejor en miles de sentidos, sentidos que gran parte de las personas no comprenden.
Si lo pensamos más de una vez, la cocina es donde empiezan y terminan los días, puesto que allí es donde la gente encuentra energías en el desayuno y, al llegar del trabajo, encuentran esa cena cálida con la que se van a dormir en paz y a gusto. En este sentido, podríamos afirmar que la cocina es el núcleo de la vida de millones de seres vivos que transitan sus vidas en estos tiempos.
Es probable que muchos que lean este artículo este día hayan encendido su horno eléctrico o su microondas para preparar las comidas para su familia o amigos. Si es así, ¡esta nota es para ellos! El acto de cocinar, por más que muchas veces lo parezca, no es algo que queda en el olvido. Por este motivo hay hijos y nietos que siempre recuerdan cuando sus seres queridos les hacían de comer y lo felices que eran en esos tiempos.
La mañana en la cocina
Durante las mañanas, todo parece ser fresco y nuevo: los pájaros cantan, los niños se lavan las caras, un sol pleno ilumina a las personas a través de una ventana y la cocina invita a su gente a preparar algo delicioso, aromático y energético para sí mismos y para los más pequeños. En ocasiones, el horno tostador gana protagonismo en las horas tempranas y, en otras, un buen jugo de frutas es perfecto para comenzar un día lleno de actividades.
Panqueques, cereales y leche, un chocolate caliente, tostadas con mermelada o hasta un batido en la licuadora pueden ser ideales para encontrar un envión que nos lance al mundo con ganas de trabajar, estudiar o crecer de cualquier manera que sea necesario. Esta es la magia que se produce en la cocina: hechizos para ser más fuertes ante las adversidades o encantamientos para ser pacientes cuando algunos creen que perderán la cabeza.
La mañana en la cocina, teniendo todo esto en cuenta, puede determinar qué clase de día tendrá una persona, o su ser amado, o incluso sus hijos e hijas. La mañana en la cocina le permite a la gente despedirse de su casa con un anhelo anticipado de querer volver a ella, que tantas alegrías le da. Durante las mañanas, sentarse en la cocina en silencio a beber un café trae tranquilidad y seguridad a todos aquellos que la necesitan.
Desayunos colombianos clásicos
Ya volveremos a la noción romántica de la cocina. En esta instancia, sin embargo, debemos hablar de los más conocidos y clásicos desayunos de Colombia y resaltar nuestro orgullo sobre ellos. En general, las freidoras de aire no pueden estar ausentes, ya que la carne frita es imperativa dentro del desayuno de cualquier compatriota (que no sea vegano, por supuesto).
En términos básicos, todos en Colombia conocen el lema de que se debe “desayunar como reyes”, y esto es tomado muy en serio. Los colombianos buscan comenzar sus días con mucha energía y con todos los nutrientes necesarios para estar activos y no caer dormidos durante sus horas laborales, algo que todos en América Latina buscan. No por nada el café colombiano es uno de los más codiciados en todo el mundo.
Como dijimos en párrafos anteriores, la olla freidora de aire prácticamente no falta en ningún hogar, esto se debe a que una de las comidas clásicas en Colombia para desayunar son las arepas. Las arepas son también consumidas en Perú, Venezuela, Ecuador y Panamá, aunque nadie duda del verdadero origen colombiano de estas, las cuales pueden rellenarse de variadas formas y con una cantidad de sabores que harían a cualquier hombre relamerse.
En este sentido, las arepas también pueden ser horneadas en un horno pequeño, o cocinadas a la plancha, lo que hace que las comidas de la mañana tengan una amplitud de cocción bastante ancha acorde a las necesidades de quien o quienes cocinen. Además de las arepas, otro de los desayunos nacionales más comunes es el caldo cundiboyacense, que veremos a continuación.
Se trata de una sopa deliciosa que mezcla dulces y salados, como el chocolate caliente, el queso y la almojábana. Este platillo, también conocido como “changua” está compuesto por leche, huevos, cilantro, agua y un poco de sal, aunque también se puede acompañar con papas. En Colombia siempre se tiene a mano un pedazo de pan para poder consumir lo que queda en el plato. Las licuadoras para procesar los componentes de la changua son bastante comunes en la cocina colombiana.
Almorzar en Colombia, una experiencia que todos deben vivir
Como dijimos antes, la cocina es un sitio donde se producen aromas, sabores y amor. Y cuando se cocinan empanadas de pollo en un horno freidora de aire es todavía un mejor lugar. Las empanadas rellenas de pollo son una receta típica de Colombia y varían mucho dependiendo de la región que cada uno se encuentre. Creemos que todos deberían saber cocinarlas, por lo que, a continuación, dejaremos todos los ingredientes necesarios.
Primero, seis tapas para empanadas. Una o una y media pechuga de pollo alcanzará para tres personas perfectamente. Tres salchichas cortadas en forma de rodajas. Una cebolla cabezona picada en trozos bien pequeños. Un tomate también picado. Una planta de cilantro troceada en pequeñas partes, un gajo de ajo picado y finalmente condimentar sal y pimienta al gusto.
Para cocinar las empanadas alcanza con tan solo hacer una mezcla uniforme de todos los ingredientes, agregarlos a las tapas de empanada, sellarlas con agua y enviarlas al horno para freír con confianza. Después de unos 15 a 20 minutos es necesario sacarlas y dejar que el aceite se escurra en un plato con una servilleta de papel encima. De esta manera también estarán disponibles para que puedan agarrarse sin quemar los dedos de otros.
Mientras pasan esos minutos, recomendamos encarecidamente hacer un jugo frutal de plátanos y duraznos en la licuadora personal de la cocina para acompañar estas deliciosas empanadas que con tanto amor fueron preparadas. ¡Y si esas frutas no son del gusto de alguien, pueden cambiarse por cualquier otra!
Entre otras recetas para almuerzos colombianos se pueden considerar a las papas rellenas con carne molida, las torticas de arroz, calabacín y zanahoria, un simple arroz con pollo, unas costillas de cerdo a la barbacoa con arroz de frijol de cabeza negra o incluso pasteles rellenos de carne molida. ¡En Colombia, las opciones son prácticamente infinitas y hay que probarlo todo!
Cenar en Colombia: ¡cómo ir a dormir placenteramente!
La cocina de Colombia también trae a sus familias y turistas varias maneras de concebir la noche, de terminar un largo día de paseos o de trabajo con una buena comida que los lleve a dormir como si fueran bebés. Una de las tantas comidas amadas y atesoradas por los colombianos es la típica bandeja paisa, perteneciente a la región paisa de Colombia (con ciudades como Medellín, Guatapé, Jardín y Santa Fe de Antioquia).
En la actualidad, la bandeja paisa es considerada el plato más tradicional en todo el país. Esto se debe a sus ingredientes, que son típicos y comunes en la nación, como el arroz blanco, los frijoles rojos, la carne molida o picada, el plátano, el maíz, los chicharrones de cerdo, el chorizo, huevos fritos, arepas y aguacates. Estos ingredientes, sin embargo, no son obligatorios, ya que cada cocinero puede preparar su propia bandeja como guste y sin compromiso.
Por otro lado, no podemos dejar pasar a las clásicas fritangas que, con una simple freidora de aire precio bajo son fáciles de preparar. Nuevamente, nos topamos con un plato que, dependiendo de la cocina y los electrodomésticos con los que alguien se encuentre, puede variar en cuanto a sus ingredientes. En términos básicos, se trata de una comida que posee carnes que varían entre res, cerdo o pollo, y que se sirve con papas, plátanos, maíz y arepas.
Al referirnos a una buena cena no podemos obviar las sopas, ideales para tiempos fríos y ventosos y para preparar al cuerpo para que descanse bien. En este sentido, una de las tantas sopas colombianas que existen es el clásico ajiaco, muy común en Bogotá y sus alrededores. Este plato es de los más preferidos no solo por la gente de Colombia sino también por sus visitantes de todas partes del mundo.
El ajiaco es muy sencillo de preparar debido a sus simples ingredientes: papas sabaneras, blancas y criollas, cebolla, maíz, guasca, y finalmente pollo u otras carnes desmenuzadas. Algunos también preparan esta sopa utilizando su licuadora portátil con las sobras de verduras de una comida anterior o aprovechando la carne que sobró de una barbacoa o un asado, que tampoco está mal, siempre y cuando se prepare la cena con amor.
Con tal de tomar una olla, adornarla con un poco de aceite de oliva y unas finas hierbas, poner todos los ingredientes mencionados en ella (y si queremos un poco de zanahoria), llenarla de agua y hervirla por al menos media hora es suficiente para obtener un delicioso y aromático caldo para chuparse los dedos. Después podemos agregar algo de orégano, sal y pimienta al gusto.
Desmenuzar el pollo o la carne que haya disponible es esencial. En el ajiaco la carne debe tener una presencia marcada pero tenue a la vista. No es necesario lanzar la carne a las licuadoras económicas que cualquiera tiene en casa, pero tampoco pueden ser trozos demasiado grandes. Recordemos que el ajiaco puede tener una base de cordero, vacuno o de pollo. ¡El ajiaco no discrimina sobre carnes!
El regreso a uno de los actos de amor más importantes: ¡la cocina!
En Colombia, cocinar es uno de los actos de amor que pueden determinar el día, la semana e incluso el mes de una persona. No es extraño, en este sentido, que la comida colombiana sea de las más apreciadas en toda América, sobre todo en países como los Estados Unidos, Panamá, Perú, Brasil, Chile y Argentina. No se trata de ser los creadores de las comidas más deliciosas, sino de ser quienes hacen las mejores comidas por saber lo importantes que son.
La capacidad de ponerse un delantal y pararse a cortar frutas y verduras, licuar y freír ingredientes, hornear panes y esperar por horas y horas a que un estofado llegue a su punto justo no es para cualquiera. Los colombianos, en este sentido, son una de las mejores excepciones en todo el mundo. En Colombia es donde se conocen los verdaderos secretos de las mezclas de lo fuerte y lo suave, lo dulce y lo salado.
La fama de la cocina colombiana no depende de chefs y cocineros ultra famosos como Gordon Ramsey, Jamie Oliver, Guy Fieri, Rachael Ray o Art Smith, sino de los ciudadanos que día a día transforman las mañanas, tardes y noches de las personas en comidas que nadie olvidará en el futuro próximo. La comida colombiana no puede pasar desapercibida por nadie que pertenezca a estos libres suelos sudamericanos. Son las técnicas de cocción, las especias utilizadas y procesadas y mucho más lo que llevan al arte de cocinar de Colombia a los máximos esplendores del mundo culinario, un mundo respetado y admirado por los mayores expertos de la cocina de todo el mundo.