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Por: Carolina Zuleta Maya | ||
Alexandra Rossi, presentadora de La Dolce Vita, decía en uno de sus programas que si hay algo que todos los seres humanos están buscando, es la felicidad y yo estoy de acuerdo con esto. Creo que todo lo que hacemos es porque creemos que al hacerlo vamos a ser más felices. Cuando decimos que queremos más dinero, salud, éxito y buenas relaciones es porque creemos que al tenerlas vamos a ser más felices. No creo que haya muchas personas que quieran cosas adicionales porque creen que al tenerlas van a sentirse peor. Entonces, si lo que realmente queremos es ser felices, ¿por qué no hacemos que la felicidad sea nuestra meta, en vez de tener una lista de requisitos para llegar a ella? Linda Ginzel, una de mis profesoras, de la maestría tuvo la oportunidad de preguntarle a Daniel Gilbert, un profesor de la Universidad de Harvard, experto en felicidad y el autor del libro “Stumbling on Happiness” si la felicidad debería ser nuestro último fin. Dr. Gilbert le respondió “la felicidad es el resultado de las situaciones que estamos viviendo, las relaciones que tenemos, nuestra salud, nuestros pensamientos, acciones y demás y, por lo tanto, sirve como el índice de todas las cosas que somos, tenemos y hacemos. Cuando hacemos cosas que tienen valor para nosotros como por ejemplo cantar o ayudar a un amigo nos sentimos felices. Sin embargo, en vez de tener una lista larga de metas que debemos completar para ser felices, tenemos una sola meta: ser felices. No quieres que el tablero del carro esté lleno de cientos de agujas indicándote que cada parte del carro está funcionando bien, prefieres una aguja que te indique si el carro está yendo a su meta. Si puedes ver que el carro está andando entonces puedes asumir que todas las partes que lo constituyen están bien. Así mismo, en vez de pasarnos con una lista larga de todas las cosas que debemos cumplir para ser felices, mejor nos preguntamos si estamos siendo felices.” Para algunas personas pensar que la felicidad propia es nuestro fin último puede sonar egoísta, pero, como dice Abraham Hicks: “El mejor regalo que le puedes dar a los que te rodean es ser feliz”. Porque cuando eres feliz, tienes más claridad mental, puedes ser más eficiente y, por lo tanto, más exitoso en lo que haces, estás más lleno de energía, atraes a más personas (todos preferimos estar en contacto con personas que irradian alegría, ¿o no?), tienes las defensas altas, por lo tanto te enfermas menos, en conclusión puedes dar y ser lo mejor de ti. La felicidad es algo que se crea de adentro hacia fuera. La felicidad es algo que elegimos, que decidimos en cada instante. Así que de ahora en adelante, antes que nada ¡Sé Feliz!, haz que la felicidad sea tu Fin Último. |
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