El director de Planeación de La Ceja, Felipe Pineda, reconoce que tras el anuncio del cobro de la plusvalía se generó “una alarma generalizada” que en su momento estuvo azuzada por personas interesadas en “generar rumores y desinformación sobre este cobro”. Igual, la controversia no está cerrada, pese a que ya se inició el recaudo.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
Por medio de este instrumento, la administración municipal espera recaudar nueve mil millones de pesos al final del actual periodo de gobierno, de los cuales a 2018 obtuvo unos tres mil millones. Pineda agrega que se prefirió este mecanismo sobre la valorización porque “nos pareció menos invasivo”. Pocos municipios en el país han podido implementarla.
El avaluador Francisco Ochoa reconoce que ese instrumento es “complejo en su implementación” debido a los plazos limitados que se tienen para los avalúos, su inscripción en los folios de matrícula inmobiliaria y la exigencia de una muy buena planeación, que trascienda un periodo de alcaldía. Además, la aprobación del instrumento en los concejos municipales puede encontrar intereses en los corporados que tienen propiedades en esas localidades.
Aunque Ochoa reconoce que “la figura es excelente”, pues le permite al Estado participar con un porcentaje entre el 30 y el 50 de la valorización de una propiedad a partir de una acción de gobierno, recomienda a todos los habitantes afectados asesorarse para verificar si en sus casos se están cumpliendo los requisitos de la ley 388 de 1997.
De acuerdo con esa ley, la plusvalía se puede generar a partir del cambio en el uso del suelo (de rural a urbano, por ejemplo), o de residencial a comercial, en los índices de ocupación y en la ejecución de una obra pública.
Felipe Pineda explica que, en el caso de La Ceja, este instrumento ha permitido liberar recursos, por ejemplo, para remodelar el parque principal y asegurar la financiación del Plan de Alimentación Escolar hasta final de año.