La Ceiba Rosada es un árbol grande que puede llegar a medir hasta 30 metros de altura y más de un metro de diámetro, aunque en las zonas urbanas solo llega a los 12 metros de alto y a los 35 centímetros de diámetro.
Su copa es extendida, irregular y algo estratificada; llega a cubrir 15 metros de diámetro. La corteza es verde con pequeñas fisuras amarillosas. Sus raíces son gruesas y superficiales. Las flores de la Ceiba Rosada son solitarias o dispuestas en racimos cortos de 2 ó 3 brácteas. Son grandes y vistosas; su cáliz es tubular con entre 3 y 5 lóbulos irregulares. Tienen 5 pétalos, rosados en la parte terminal y amarillos en líneas pardomoradas hacia adentro. El tubo estaminal es casi tan largo como los pétalos. Las frutas de la Ceiba Rosada son unas cápsulas leñosas con forma entre elíptica y oblonga que miden de 15 a 20 centímetros de largo y de 4 a 5 de diámetro. Tienen muchas semillas rodeadas por un vello sedoso de color blanco a gris plateado.
Este árbol no es exigente en suelos, pero se desarrolla mejor en suelos húmedos y bien drenados; tolera heladas ocasionales. Sus flores lo hacen muy apreciado como ornamental, aunque también es atractivo para sombra; la madera de esta ceiba es liviana y poco durable en condiciones naturales. Se usa para la fabricación de pulpa para papel. Las fibras que traen los frutos se usan como relleno de almohadas y colchones. Hoy se encuentran Ceibas Rosadas en toda la América Tropical. Esta se halla cerca al Éxito.