La autenticidad como brújula del éxito: el coraje de vivir siendo tú mismo 

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¿Alguna vez te has sentido como un impostor en tu propia vida? Yo sí, y hoy quiero compartir contigo cómo descubrí que la autenticidad no es solo una palabra de moda, sino la verdadera clave para una vida plena y exitosa. 

Hace unos años, me ofrecieron un rol que muchos considerarían el sueño de su vida. Más dinero, más poder, más prestigio. O al menos eso creía; me creí el cuento que yo era mi trabajo, y terminé convirtiéndome en alguien que no era yo. 

Pantalones khaki, camisa de algodón, zapato de cuero. Recuerdo estar sentado en mi oficina, mirando por la ventana, pensando: ¿Realmente quiero pasar el resto de mi vida así? En ese momento, tomé la decisión más aterradora y liberadora de mi vida, elegí ser auténtico. 

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Brené Brown, investigadora y autora, define la autenticidad como “la práctica diaria de soltar quién creemos que deberíamos ser y abrazar quienes somos”. No es algo que logras de la noche a la mañana, es una práctica constante. 

Ser auténtico significa: 

  1. Tener el coraje de ser imperfectos. Y aceptarlo.
  2. Establecer límites claros. Nuestros y ajenos. 
  3. Permitirnos ser vulnerables. Es un arte. 
  4. Cultivar la compasión hacia nosotros mismos y los demás. Un abrazo a la vez.
  5. Nutrirnos de conexiones genuinas. Hacernos la vida fácil.
  6. Creer que somos suficientes, tal como somos. 

Cuando comencé a ser yo mismo en el trabajo, ocurrieron cosas asombrosas, aparte de perder todo mi pelo y comenzar a utilizar ropa que antes jamás me hubiera puesto: 

  1. La gente comenzó a confiar más en mí. Al final, estaba siendo transparente. 
  2. Mis decisiones mejoraron. Ya no estaba tratando de adivinar qué haría “alguien exitoso”, sino haciendo lo que creía correcto. Y asumiendo la responsabilidad de mis decisiones. 
  3. Mi creatividad se disparó. Sin miedo a ser juzgado, las ideas me fluyen libremente. 
  4. Mis relaciones se volvieron más profundas y significativas. 

Pero no fue fácil. Hubo momentos de duda, de miedo, de mucha mucha frustración. Momentos en los que quería volver a ponerme la máscara. Pero, cada vez que elegía la autenticidad, me sentía más fuerte, más yo mismo. 

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Desde la autoridad que me da el fracaso, te comparto estos pasos para comenzar tu viaje hacia la autenticidad:

  1. Escribe notas de permiso para ti mismo: para situaciones en las que te sientas tentado a fingir, escribe una nota dándote permiso para ser tú. Guárdala en tu billetera como un recordatorio. 
  2. Crea tu lista de canciones auténticas: crea una playlist con 3 a 5 canciones que te recuerden ser tú mismo. Escúchala antes de situaciones en las que te puedas sentir vulnerable. 
  3. Encuentra un compañero de autenticidad: sé tu mismo con alguien en quien confíes y le permitas ser él mismo también. Y, pídele que te ayude a “mantenerte real” cuando lo necesites. 
  4. Practica decir no… y sí: ten el coraje de decir no cuando realmente no quieres hacer algo. Pero, también, di sí a nuevas experiencias que te llamen, aún si te dan miedo. 
  5. Abraza tu vulnerabilidad: comparte tus miedos y dudas. Te sorprenderá cuánta gente se identifica con ellos, y puedes encontrar puntos de vista que te ayuden con ellos. 
  6. Celebra tu singularidad: tus “imperfecciones” son lo que te hacen único. Aceptalas y úsalas a tu favor. 

Te propongo un reto: durante los próximos 7 días, elige una situación diaria en la que normalmente te pondrías una “máscara” y, en su lugar, muéstrate auténtico. Puede ser en una reunión de trabajo, con tu familia, o incluso en redes sociales. 

Te invito a que al final de cada día puedas reflexionar sobre estas preguntas:

  • ¿Cómo me sentí al mostrarme auténtico? 
  • ¿Qué descubrí sobre mí mismo? 
  • ¿Cómo reaccionaron los demás? 

Comparte tu experiencia usando el hashtag #VEEPDesafíoDeAutenticidad. Me encantaría saber cómo te va. 

Recuerda: la autenticidad es una práctica diaria. Habrá días difíciles, momentos en los que lucharemos con la vergüenza y el miedo de no ser suficientes. Pero son precisamente esos momentos los que nos invitan a mostrarnos como somos realmente. 

En un mundo que constantemente nos presiona a encajar, a seguir un formato, tu autenticidad es tu superpoder. No desperdicies energía tratando de ser alguien más. Sé tú mismo; todos los demás puestos ya están ocupados. 

¿Estás dispuesto a aceptarte de verdad?

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