Si bien la Concesión asegura que el índice es bajo respecto al volumen de tráfico, cada caso es un riesgo en vidas y afecta la movilidad.
El primer accidente dentro del Túnel de Oriente, que obligó a su cierre temporal, se registró siete días después de su inauguración. Era jueves 22 de agosto, tres vehículos colisionaron y la Policía culpó al exceso de velocidad de uno de ellos.
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Este es uno de los seis accidentes reportados oficialmente desde que esta vía fue inaugurada el 15 de agosto, que han ameritado cierres. Ha habido más incidentes no contabilizados, pero sin generar cortes en la circulación por tratarse de golpes menores.
Los cierres se han presentado en septiembre, octubre, noviembre, diciembre y el más reciente el miércoles 29 de enero, mientras los organismos de atención de emergencias actuaban.
La Concesión Túnel de Oriente presenta una tasa de dos accidentes por cada 100.000 vehículos en seis meses de operación, “ indicador altamente positivo en seguridad vial, el cual se da como resultado de los altos estándares técnicos con que fue construido el corredor del Túnel de Oriente sumado al buen comportamiento de la mayoría de usuarios al transitar por la vía”, responden en la entidad.
Además de la velocidad, las causas de la accidentalidad, según la Concesión, son no conservar la distancia entre vehículos (el Código de Tránsito establece que para velocidades entre 60 y 80 km/h, el espacio debe ser de mínimo 25 metros), y la invasión del carril o el adelantamiento no permitido.
Desde el 29 de diciembre, la velocidad mínima en el Túnel y en las vías exteriores de la Concesión fue establecida en 60 km/h (estaba en 50), y las máximas de 80 km/h en exteriores y 70 km/h en el interior.
¿El índice es alto o bajo?
En su extensión total, tiene 24 kilómetros, de ellos 8,2 son en el Túnel Santa Elena y 774 metros en el Túnel Seminario. El proyecto completo comprende una segunda boca en cada túnel, pero esas obras quedaron sin hacer y con un futuro incierto por presupuesto, según dijo en la inauguración el gerente de la Concesión, Gilberto Quintero. Por eso, la circulación en la actualidad se da en un solo carril por cada sentido.
Elisa Londoño, ingeniera Civil, magíster en Ingeniería de Transporte y Gestión Territorial, comparte que el índice de accidentalidad en el Túnel no es preocupante, ya que han sido pocos los eventos registrados y no ha habido muertes ni heridos de gravedad, pero “la tarea de seguridad vial no se puede terminar ahí”, pues siempre habrá aspectos por mejorar.
En su concepto, el hecho de que la mayoría de incidentes dentro del Túnel se deba a excesos de velocidad o adelantamiento, demuestra que los conductores no son conscientes de la necesidad de cumplir las normas para su protección y la del resto de actores en la vía.
Incluso, Londoño plantea la inquietud de sí en un futuro será necesario instalar cámaras de fotodetección dentro del Túnel, para controlar el comportamiento de los usuarios, aunque su invitación final es para que la Concesión, como lo ha venido haciendo, refuerce los mensajes de educación vial y los usuarios acaten las recomendaciones.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]