En una tarea cotidiana de limpieza, y tal vez sacando algunas cosas que se van acumulando en la casa, apareció, en un cajón olvidado, una tarjeta débito. ¡Sí!, una tarjeta de plástico con su número de cuenta y mi nombre escrito en la tarjeta. Una tarjeta de banco tal cual como las que hoy conocemos, excepto sin un chip que hoy tienen las nuevas tarjetas para agilizar la transacción.
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Pero, más allá de una tarjeta, lo que realmente estaba apareciendo era un grato recuerdo que se ha guardado para mantener viva una marca que los colombianos, especialmente los antioqueños, llevaremos siempre en el corazón.
Hace algunos años, 50 para ser precisos, nacía en Medellín, Colombia, una de las marcas que más admiración, recordación y lealtad ha generado en sus usuarios. Su símbolo era una abeja, sus colores eran amarillo y negro. Les hablo de La Corporación Nacional de Ahorro y Vivienda (Conavi).
Fue una Corporación de Ahorro y Vivienda, y posteriormente un banco colombiano creado en Medellín, en 1974, que ofrecía servicios financieros, hasta su absorción por Bancolombia, en 2006.
Para que me entiendan, cuando se formalizó la fusión, y mientras se hacía la transición, más de uno sintió nostalgia, al ver que su tarjeta con la abeja dejaría de funcionar, y la conservó hasta que simplemente ya no podía existir más.
Es una historia que vale la pena recordar porque a simple vista se había hecho un gran trabajo de marca. Pero, realmente, esa marca que lograba generar eso en los usuarios, estaba haciendo un gran ejercicio de cultura y liderazgo.
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Cada que vas conociendo las personas que allí trabajaron, sus líderes y quienes tuvieron la fortuna de construir esta empresa hablan de un gran lugar para trabajar. Hasta ahora, no he conocido una persona que trabajara allí que no se tome el tiempo de contar la historia que había detrás, y el gran equipo que habían logrado construir. Se siente la nostalgia de una gran empresa, un gran equipo, una cultura impresionante.
No sabría (y prometo averiguarlo) si esta empresa vivía un ejercicio intencionado de cultura. Sin embargo, esta historia, definitivamente, nos recuerda que el mejor ejercicio de marca es tal vez un ejercicio intencionado de marca empleadora, y un buen ejercicio de marca empleadora se llama cultura.
La marca es un reflejo de la cultura, por eso es fundamental gestionarla de forma intencionada:
- Conocerla.
- Medirla.
- Diseñarla.
- Resignificarla.
Todavía conozco compañías donde el ejercicio de marca y cultura son dos procesos independientes, sin puentes que las unan, sin conversación entre ellas. Donde lo que se vive hacia afuera no se vive hacia adentro.
Dice Awtona, CEO de Calendly, que la mejor forma de construir marca empleadora es intencionando tanto su cultura, que si alguien se va de su empresa, en ese lugar al que llegue puedan decir: “Allá en Calendly sí están haciendo muy bien el tema cultura”.
Volviendo a la abeja, aunque desapareció como entidad independiente, su espíritu y la abeja Conavi perduran en la memoria de todos los que tuvimos la fortuna de conocerla. Para algunos fue su primera cuenta bancaria con “Chicos Conavi”, para otros un gran lugar para trabajar; pero seguro quedará en la memoria de muchos ese gran equipo de líderes que hicieron posible que ese recuerdo aún permanezca vivo en la memoria de muchos de nosotros.
Varios de esos analistas de CONAVI son altos ejecutivos de otros bancos o, incluso, del mismo Bancolombia, y hoy seguro están replicando mucho de eso que allá les enseñaron con el ejemplo.
Las empresas se transforman, crecen, se fusionan, cambian, pero que siempre quede el legado de haber vivido un ejercicio consciente de liderazgo y de cultura, porque eso seguro vivirá para siempre.
Si antes lográbamos cultura sin método, herramientas y, posiblemente, era más un ejercicio de intuición y sentido común, hoy las empresas tenemos un millón de aliados que nos acompañan a crecer diariamente desde la cultura, con método e intención.
Más convencida que nunca de nuestro propósito en Caramelo Escaso:
- Cambiar el mundo desde adentro, co-creando mejores lugares para trabajar desde la #Cooltura.
- Mejoras: que lleven a las empresas a tener una ventaja sostenible y un valor superior.
Hoy me siento emocionada de pertenecer a una empresa que, quizá, está cocreando junto a sus clientes, algunas de esas abejas del futuro. Las empresas cambian, pero a los líderes y los equipos nadie les quita lo aprendido y lo bailado.