Cuatro portadas, las de cierre de 2006, se inundaron con los personajes que el dibujante e ilustrador José Antonio Suárez, de manera casi anecdótica y con su propia realidad, ha plasmado a partir de la convivencia, la mirada ingeniosa de sucesos y la lectura ilustrada de libros que alcanzan a conmoverlo. Klee o Kafka, los alumnos de Taller Siete y los transeúntes californianos dieron vida a estas páginas en las que se ratifica, valga decirlo una vez más, por su versatilidad y variedad, la inmensa capacidad creadora del artista. Profesionalmente su primera inclinación fue la biología y de ella, desde cuando en 1990 se apartó para dedicar su vida al dibujo y a los detalles con gran precisión, seguramente quedan los recuerdos de anatomías y formas bien vistas recreadas en sus estudios de la Escuela Superior de Artes Visuales de Ginebra, en la que afianzó su natural manera de trazar y que hoy le merece sitial de honor en la escasa élite de los excelsos de su profesión. |