Javier Santaolalla es físico e hizo parte del descubrimiento del Bosón De Higgins. En YouTube tiene casi 500.000 suscriptores.
Por: Juan Pablo Tettay De Fex / [email protected]
Javier Santaolalla define la felicidad hablando de su familia, de sus amigos y de su trabajo. “Es seguir mi propia naturaleza y esa es mi curiosidad” que está unida con la ciencia. Uno de sus grandes orgullos fue haber hecho parte del equipo de trabajo que descubrió el Boson de Higgins. Desde hace tres años encontró en YouTube un medio para difundir el conocimiento científico. A través de su canal, Date un Voltio, hace comedia científica. Presentará en la FIesta del Libro El Bosón de Higgins no te va a acostar en la cama, primera obra que firma en solitario y en la que “he intentado incluir las cosas que a mí siempre me han producido más curiosidad”.
¿Para qué sirve la ciencia?
“Para muchas cosas. Podría hablarte, por ejemplo, de la conversación que estamos teniendo, o cosas como los celulares, la televisión, los satélites, los viajes en avión… Detrás de todo ello está la ciencia. Pero me quedaría muy corto si no dijera que la ciencia nace de la curiosidad del ser humano. La ciencia y la curiosidad están en la raíz de lo que somos y de cómo nos enfrentamos a este mundo”.
¿Para qué sirve divulgar la ciencia?
“Lo más sencillo, quizás, sería decir que cuando uno está rodeado de tecnología por todos los lados, hay que conocer en qué consiste la tecnología. Esto nos permite entender un poco mejor cómo funciona el mundo. Divulgar ciencia tiene un aspecto profundo: poder compartir algo que nos une a todos: la curiosidad”.
¿La curiosidad es su motor?
“Lo que yo hago consiste en aprender; las cosas que he aprendido y me gustan, las cuento; y después de contarlas, escucho lo que dice la gente. Es un ciclo que repito continuamente: aprendo, cuento y escucho. Es fundamental estar al día con temas de la ciencia para entender y compartir.
¿Vale la pena invertir en ciencia y en su divulgación?
“Si le damos la espalda a la ciencia nos hundimos, la ciencia está detrás de la mayor parte de las tecnologías que tenemos alrededor y una sociedad que le da la espalda es una sociedad que no tiene futuro. Los países que más invierten en ciencia son los que más crecen porque el conocimiento es riqueza y la ciencia es uno de los pilares del conocimiento. Por otro lado, la ciencia hace parte de lo que somos y un país que le da la espalda a la ciencia, es un país que le da la espalda a su identidad”.
En una nueva era, la divulgación científica se reinventa, a las nuevas audiencias no se les llega con artículos y papers. ¿Qué papel juegan plataformas digitales como YouTube?
“Es un medio de comunicación que llega a todos los rincones del mundo, que además conecta a personas de condiciones muy dispares: desde los más jovencitos, a profesionales y gente adulta. Está consiguiendo llegar a lugares que antes eran inalcanzables. YouTube es una plataforma en la que muchas personas comparte ideas y establece conexiones. Creo que ha permitido una profundización de la ciencia que la televisión no ha permitido, la televisión ha ignorado a la ciencia y lo curioso es que en YouTube la ciencia tiene mucha audiencia, esta plataforma tiene la culpa de que poco a poco se hable más de ciencia.
La imagen del científico es la de un personaje de bata, encerrado en un laboratorio, usted la rompe: ¿cree que eso ayuda a ver la ciencia de forma más cercana?
“Uno de los mayores enemigos que ha tenido la ciencia son los estereotipos y la percepción previa que tiene la gente de esta disciplina. Lo que la gente puede decir de la ciencia tiene que ver con lo que se aprende en el colegio, y sabemos que muchas veces suelen ser prejuicios e ideas negativas sobre lo que en realidad es. Usar el humor de una forma cercana natural, hablar de tú a tú, ser una persona que puedes ver, que no llena el estereotipo del científico, son cosas que me han permitido mucho derribar esas barreras”.
¿Hay riesgos de convertir la ciencia en una banalidad?
“Uno debe ser fiel a lo que cuenta y no dejar que lo que se está contando sea esclavo del medio. Si tu objetivo es comunicar ciencia debes hacerlo bien. No se puede dar contenido equivocado y, en ese sentido, es fundamental estar bien informado y bien preparado para poder transmitir el conocimiento. Por más humor e innovación que haya, el objetivo final es transmitir una idea y compartir conocimiento”.
¿Qué es la comedia científica?
“El humor es un lenguaje universal, es una forma de comunicarnos y de hacer que la gente conecte. No tiene barreras y se puede aplicar a cualquier concepto. Uno de ellos es la ciencia: es tomar conocimiento y ponerle una visión particular que haga que la gente pueda reírse. Pero al final, es comunicación de la ciencia, es transmisión de ideas, es compartir conocimiento. El humor es una herramienta más para intentar llegar al público”.
Cómo no hablar del famoso Bosón de Higgins… ¿Cómo una persona que no sabe de física puede entenderlo en pocas palabras?
“El Bosón en una partícula que, según entendemos hoy, está detrás de una cosa que siempre ha inquietado a los científicos que es el concepto de la masa. Sabemos que una cosa puede pesar más o menos, pero no sabemos por qué. Hoy se entiende que la masa que tiene una partícula es porque están interaccionando con el Bosón de Higgins. Es una partícula que hace que el universo tenga masa”.
¿Qué significó hacer parte del equipo que lo descubrió?
“Fue una experiencia muy bonita. Este trabajo me motivaba bastante pues era intentar hacer algo diferente, era aportar con conocimiento al desarrollo de la física y participar en un descubrimiento que cumple todo esto fue cumplir un sueño. Poder decir ‘¡Yo estuve aquí!’ y saber que esto tan grande que se ha conseguido fue en parte gracias a mi trabajo es muy gratificante”.
Santaolalla presentará su libro en lunes 10 de septiembre en el Auditorio Camilo Torres, de la Universidad de Antioquia, a las 6 p.m.