Este pianista inglés vino a Medellín a tocar el piano y hablar sobre su libro autobiográfico, donde reveló los abusos que sufrió de niño y cómo la música lo salvó.
De un casete viejo que encontró en su casa, James Rhodes, entonces con siete años, escuchó una grabación en vivo de la Chacona de Bach. En su libro Instrumental, memorias de música, medicina y locura publicado en 2014, Rhodes define este como uno de los momentos que cambiaron su vida. Los otros fueron conocer a su novia, el nacimiento de su hijo y cuando lo violaron por primera vez.
Esto último fue el principio de su enfermedad mental, sus adicciones y quebrantos físicos. Desde los seis, y durante cuatro años seguidos, Rhodes fue abusado sexualmente por su profesor de gimnasia.
Para el momento en que encontró el casete, el pequeño ya buscaba formas de evadirse de esa realidad. Hoy, y a partir de ese hallazgo, James Rhodes es pianista y fue invitado al Hay Festival Medellín 2017 a hablar del libro y a dar un concierto en el Teatro Metropolitano. La intención del intérprete, asegura, es acercar la música clásica a la gente, a través de conciertos comentados lejos del protocolo usual.
En su libro habla de su pasión por la música y su afinidad por otras cosas, pero no menciona la escritura. ¿Por qué eligió escribir un libro para hablar del abuso y de la música?
“Yo uso la música para hablar de esto también, pero entonces me pidieron escribir una autobiografía. Pensé que era muy joven, tenía 38 años, pero que sería una buena oportunidad para hablar de la música, del amor que le tengo a mi hijo y a ser padre, y más importante aun de cosas difíciles como la violación o la enfermedad mental”.
También en Instrumental usted cuenta que le afectó mucho dar su testimonio a la policía cuando decidió denunciar ¿Cómo fue entonces escribir un libro completo sobre su vida?
“Fue muy difícil, por supuesto. Es doloroso revivir estas cosas, pero importante, pues mucha gente no tiene la oportunidad. Me tomó muchos años estar listo. En lo práctico, lo escribí muy rápido: toda la noche por algunas semanas, sin dormir. Lo más difícil fue que, después de esto, el libro casi fue censurado y hubo una gran batalla legal. Fui muy abierto al hablar de mis cosas y de repente estaba en la Corte como si hubiera hecho algo malo. Al final ganamos en la Corte Suprema. Pienso que hay que escribir: aunque sea duro y te cueste dinero, hay que hablar”.
¿Qué fue lo positivo de todo esto?
“Los miles de correos de personas que tuvieron experiencias similares y se sienten un poco mejor, o que ya comprenden mejor a esa exnovia, a esa sobrina o sobrino al que le pasó también”.
De esos comentarios que recibió, ¿recuerda alguno que le haya hecho pensar “esto valió la pena”?
“Hay muchos. Había un hombre de 70 años que me dijo que nunca había hablado de lo que le había pasado hasta que leyó mi libro, y que había hecho su primera cita con un terapeuta 60 años después de lo que le ocurrió. Otro que era de México, un piloto retirado que leyó mi libro, compró un piano y tenía clases todas las semanas, y decía que estaba en sus mejores días”.
Es más duro, culturalmente hablando, para los hombres revelar que han sido abusados sexualmente.
“Es en parte la razón por la que el abuso se sigue presentando. Es muy triste, está mal, entiendo por qué pasa y creo que una de las cosas que va a ayudar es el reciente escándalo de abuso sexual en el fútbol inglés: una vez jugadores de fútbol y atletas empiezan a hablar de ello de repente se vuelve más aceptable. Por supuesto hay dificultades culturales, no solo con el abuso sexual sino con la depresión en los hombres, pero eso está cambiando y estoy esperanzado”.
El punto final del libro no termina su vida. Todavía es muy joven, ¿cree que la música lo va a ayudar aún más?
“La música siempre hace todo mejor para mí. Cuando las cosas se ponen difíciles y no estoy muy bien en mi cabeza, sigue teniendo el mismo efecto que cuando era un niño, para mí es parte del milagro: siempre funciona”.
Usted tiene mucha curiosidad por la vida de los compositores ¿Por qué le parece importante conocerlos?
“Porque cuando piensas en tus héroes siempre los piensas como un milagro y una vez los entiendes ves que cometen errores, tienen terribles relaciones y están un poco locos como nosotros, y a pesar de todo hacen cosas y para mí esto es inspirador”.
¿Hay algún gran proyecto en camino para seguir acercando a la gente a la música clásica?
“Quiero seguir haciendo lo que hago. La música no necesita cambiar, la música es perfecta. Quiero seguir dando conciertos y hablándole a la audiencia, escribir más libros, en los periódicos, y lo más importante, tocar el piano y tener nuevos públicos. Habrá más libros: el último que escribí, Toca el piano, muestra cómo cualquiera puede tocar a Bach en seis semanas”.