La iniciativa de la Gobernación de Antioquia se planteó en principio como universidad y se trazó una meta de mil matrículas. El panorama es diferente y carga optimismo y también polémica.
Al saliente gobernador Luis Pérez Gutiérrez hay algo que le reconocen hasta sus acérrimos críticos, que no son pocos ni parcos: no les teme a las propuestas audaces. Cuando fue alcalde de Medellín, hace quince años, empezó procesos que hoy definen a la ciudad y que siguieron con entusiasmo sus sucesores. Metrocables, parques biblioteca, Plaza Mayor, doble calzada a Las Palmas, Plaza de la Luz, Parque de Los Deseos, Biblioteca EPM, Banco de los Pobres.
A menos de dos meses de concluir su mandato y de cara a los balances, una de las pocas megainiciativas de su plan de desarrollo Antioquia piensa en Grande que parece seguirá esa tendencia es la Institución Universitaria Digital de Antioquia.
Su suerte es distinta a la de puertos y trenes, que no despegaron del todo por la debacle temporal de Hidroituango. Si bien goza de la bendición presidencial y del electo gobernador Aníbal Gaviria, la IU Digital no ha estado exenta de polémicas, casi todas asociadas a las exageradas metas iniciales.
Entre “disruptiva” y “de papel”
A falta de informes de auditoría que todavía no ha hecho la Contraloría General de Antioquia, el único diputado opositor, Luis Peláez, sigue denunciando costos excesivos, metas incumplidas y contratación turbia. “Tengo los soportes, pero dejaré el tema así para retomarlo el año entrante, con garantías”. Peláez, reelecto el 27 de octubre, se declarará de nuevo en oposición.
Frente a estas críticas, el rector de la IU Digital, Jasson de La Rosa, solo reconoce lo de las metas, aunque no las atribuye a mala gestión. “El plan de desarrollo hablaba de una universidad, lo que era poco viable por las altas exigencias académicas que no podemos acreditar apenas empezando”.
Entonces nació por ordenanza como IU en diciembre de 2017 y “fue un sueño de papel”, según el diputado Peláez, hasta marzo de este año, cuando empezó clases su primer programa: Tecnología en desarrollo de software. “Todo lo previo no se ve: la estructuración de los programas y el trámite de los registros calificados sin los cuales no podemos matricular. Somos disruptivos: esta es la primera IU virtual pública del país”.
A esas consideraciones atribuye de La Rosa el aparente retraso y buena parte de los gastos. Para este proyecto hay $31 mil millones, más otros $21 mil millones del sistema de regalías. No se han desembolsado en su totalidad y los gastos se han ido en adquirir la plataforma tecnológica, organizar la planta de cargos (44 vinculados) y contratar a 48 profesores para los dos programas habilitados.
De La Rosa espera cerrar el año con nueve registros calificados, entre programas profesionales, una tecnología y una especialización. “Hoy tenemos 601 matriculados, cifra que crecerá exponencialmente el año entrante, por las nuevas opciones y las becas convenidas con Sapiencia y la Secretaría de Educación de Antioquia”.
Mercado en crecimiento
Según el Ministerio de Educación, este año la formación universitaria presencial cayó a 38 mil matriculados, en tanto que las inscripciones en la virtual crecen más del 95 % cada año desde 2014. Además, los requisitos de la IU Digital de Antioquia son muy accesibles: matrículas permanentes de medio a un salario mínimo por semestre, título de bachiller, resultados de Estado y conectividad.
Para el 30 de diciembre está programada la entrega de la primera etapa de la sede, “que será el edificio más inteligente de Colombia”, de acuerdo con el rector. Luis Eduardo Tobón, gerente de Viva, entidad constructora, se compromete a entregar tres pisos con 8.300 metros cuadrados, cerramiento, fachada y redes internas (“el coco”), luego de tres meses de trabajos y $1.700 millones.
Lo que dicen los estudiantes
El 70 % de los matriculados vive en el Valle de Aburrá y más de la mitad tiene edades entre 26 y 45 años. Hablé con cuatro de ellos y todos se mostraron más que satisfechos. Ana María Quintero, de Caldas, que se matriculó en marzo “para probar”, luego convenció a su esposo e hija de seguirla.
Mario Suárez, ingeniero electrónico de la UdeA con una maestría de Eafit, estudia desde Itagüí y alabó la calidad de los docentes. Jesika Ospina, 26 años, es asesora inmobiliaria en Carepa, cursa Hotelería y no ha tenido que hacer un solo trámite fuera de la plataforma.
Hernando Javier es director comercial de una prepagada y lamenta haberse perdido tres semanas de clases por fallas en la conexión en una de sus correrías en el Caribe antioqueño y cordobés; “voy a cancelar el semestre y me matricularé para el siguiente, me gustó mucho lo que vi en las primeras dos semanas”.
Por: Alexander Barajas Maldonado / [email protected]