Ir es bueno… volver es mejor
Un paseo en cuatrimoto es por principio un muy buen programa: aire libre, naturaleza, amigos… no tendría porqué terminar mal
Siempre hay argumentos flojos para no usar toda la indumentaria necesaria para garantizar la seguridad personal en el uso de cualquier máquina. Calor, frío, el peinado, el maquillaje, la apariencia, incomodidad, todas razones vacías para no vestirse como corresponde a la hora de dar un paseo en cuatrimoto o ATV. Eso sí, todo lo que se necesita para convencer a los más incrédulos sobre la necesidad de equipo de seguridad es un porrazo contra el suelo. Casi nadie, después de un accidente, pone en duda la utilidad del casco, las gafas protectoras, los guantes, las botas y el resto del vestuario especializado.
El casco
El primero y más importante elemento de seguridad es el casco pues protege la parte más vulnerable del cuerpo del piloto: su cabeza. En un accidente de cuatrimoto, sin casco, es casi imposible que la cabeza no sea lesionada. El mejor es uno que esté por encima de la norma de calidad que exige la ley. Esa norma es lo mínimo que se pide. Cada quien sabe cuánto está dispuesto a pagar por su cabeza.
Los guantes
A primera vista no parecen necesarios, pero son una pieza de gran aporte al conjunto general de la seguridad. Los guantes protegen de la grava y las piedritas que se levantan en el camino, de las ramas y espinas de los matorrales, y del resentimiento y el cansancio de paseos largos en manos no acostumbradas al esfuerzo. Además un buen par de guantes absorbe buena parte de la vibración del camino, haciendo el paseo más cómodo y por lo tanto más seguro.
Las botas
Unas buenas botas dan agarre y soporte mientras se maneja la cuatrimoto, absorben la vibración que produce el camino y protegen en caso de accidente y también del calor que produce la máquina.
Las gafas
Ya quedó dicho arriba, un buen paseo en cuatrimoto es al aire libre, en medio de la naturaleza y un sucio en un ojo lo puede arruinar, no solo al que lo sufre sino a sus compañeros de viaje. Los deportes de motor, por definición, exigen la protección de los ojos y eso es aún más cierto en las caravanas al aire libre en las que no es raro que se levanten polvo y piedras del camino, que fácilmente pueden caer en los ojos. Las gafas de sol no sirven para este propósito. Deben ser gafas de protección, pues estas aíslan los ojos de cualquier elemento que esté en el aire.
Pechera
La pechera es algo así como una armadura que protege la parte superior del torso de piedras que saltan en el camino, pero sobre todo, es una gran defensa de los órganos vitales en caso de accidentes en los que el piloto queda debajo del vehículo. También llamada body armor, la pechera ayuda a evitar las lesiones por aplastamiento o heridas con palos a cosas punzantes.
Manga larga
En los días de calor, usar pantalones y camisas de manga larga puede ser incómodo, pero brindan una gran protección a la piel de todas las cosas que se encuentran en el camino, incluido el sol. La manga larga le da a la piel lo que las gafas y los guantes a los ojos y las manos respectivamente. Y a la hora de ir a tierra, pueden ayudar a evitar o minimizar raspones.
Por último, aún en zonas rurales y privadas, el licor no es buen compañero a la hora de conducir.