La popularidad de los cigarrillos electrónicos o vapeadores entre los más jóvenes sigue creciendo, pese a que por norma no se les permite su uso y existen serios indicios de ser nocivos para la salud.
El más reciente estudio de consumo de sustancias sicoactivas en Colombia data de 2019. Una de sus inquietantes revelaciones indicaba que por lo menos 200 mil menores de edad usaron ese año vapeadores o cigarrillos electrónicos; tendencia que no habría hecho más que crecer con el tiempo, según expertos de la organización no gubernamental Red Papaz.
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A falta de un nuevo informe (que todavía no presentan el Observatorio de Drogas del DANE y los Ministerios de Salud y Justicia), Red Papaz consultó datos de importación. “En 2022, la cantidad de vapeadores que ingresaron al país, varió de manera significativa entre enero (189.452 unidades) a noviembre (1.253.932). Las importaciones registraron un promedio mensual de 533.963”.
¿Qué hace tan atractivos estos dispositivos para adolescentes y jóvenes?
Angélica María Claro, sicóloga asesora en temas de salud para Red Papaz, comentó las características que explicarían tal enganche, pidiendo a los padres estar alertas. “La experimentación es muy fácil. No hay curva de aprendizaje, como con el cigarrillo”.
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Agregó que atrae su variedad de saborizantes. “Con pocas aspiradas te enganchas; probar se convirtió en una oportunidad de intercambio, de compartir chupadas; por su corta edad, no tienen consumo racional”. Otra ventaja, propiciada por los productores, es la posibilidad de discreción, “no dejan olores delatores y vienen con forma de reloj, de collar, de esfero, de USB, en fin”.
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Tampoco el precio es una barrera. De los $120 mil que costaban hace 4 años, hoy existen opciones de $10 mil o menos, incluso desechables (cigarrillos electrónicos de un solo uso). “Los muchachos hacen una vaca para vapear juntos. Son productos que hablan el lenguaje tecnológico de los jóvenes. Lo sienten como propios, atractivos, con mejores diseños y colores. Socializan en torno a estos aparatos en festivales, con retos de Tik Tok (cómo hacer figuras con el vapor). También se comercializan por redes sociales y se ponen citas en parques, cerca a algunos colegios”.
Grave riesgo ambiental
“Al mercado de los cigarrillos electrónicos entraron fuertemente las tabacaleras, porque necesitan llegar a un nuevo público, más juvenil”, explicó Blanca Llorente, economista investigadora del tema. Red Papaz presentó el 28 de abril una acción popular con el fin de exigirle a las importadoras mecanismos para disponer como basura electrónica estos dispositivos post consumo (más del 50 % de los vapeadores son de un solo uso, que se busca prohibir). “65 % del valor de las importaciones de cigarrillo electrónico se concentran en dos empresas: British American Tobacco Colombia S.A.S. y Glu Vape”.
