Quienes lo conocieron, coinciden en algo: estaba interesado en la realidad de su mundo cercano y más lejano. Y en la vida de las personas. Encontró en la prensa y en lo que llegaba hasta ella, una forma de unir estos intereses, de aportar a lo que cada día pasa en Colombia. El día de su funeral, el pasado 2 de noviembre, muchos sintieron que le había faltado tiempo, que era pronto para despedirlo. Pero así pasa a veces con la enfermedad: se lleva a quienes apreciamos sin que nada pueda evitarlo.
Nicolás Restrepo Escobar se fue de este mundo hace un par de semanas, después de asumir su enfermedad con valor y dedicación. Quienes estuvieron cerca a él, como familiares y empleados, cuentan que “hizo todo lo que pudo, para tratar de que las cosas salieran bien y poder cerrar ese capítulo de la enfermedad”. Siempre estuvo acompañado de su mamá, sus hijos y su esposa. Había llegado a la jefatura del periódico La Patria en el 2001, y en su paso por este diario asumió situaciones desafiantes y dolorosas, como el asesinato del subdirector, un año después.
“Era una persona sensata, amable con los demás e interesado en aportar a la vida de otros, para bien”, Jorge BOTEro restrepo
Noticias, desafíos económicos y la vibrante actividad del mundo estuvieron con él. Jorge Botero Restrepo, primo suyo, menciona la pasión que le inspiraba su oficio: “Le gustaba estar enterado de todos los avances y las tendencias de la industria periodística”. Agrega el legado que deja: “La tenacidad y el amor por la empresa y el hecho de ser una persona justa con mucho sentido social”.
“Trabajador, honesto, sincero y un hombre que siempre ponía en primer lugar a su familia, son palabras que se escuchan al recordarlo”.
Para Vivir En El Poblado, su partida es una de las noticias tristes de este año por sus valores como ser humano y porque su trabajo hizo posible la impresión física de esta edición que los lectores tienen entre las manos. Su consejo y respaldo también hicieron posible la toma de algunas decisiones, al hacer parte de nuestra Junta Directiva. A su familia, le agradecemos haber compartido su presencia con nosotros y le enviamos un saludo cálido y con deseos buenos. Su memoria estará con nosotros.