De incesantes lluvias a calores sofocantes. ¿Ha cambiado el clima de Medellín o estamos dentro de lo normal? ¿Qué tanto nos afecta el cambio climático? El experto Carlos David Hoyos nos explica de manera clara estos fenómenos
Los expertos estiman que la temperatura promedio de Medellín ha aumentado no tanto por el calentamiento global, sino por la isla de calor que se genera con la deforestación del Valle del Aburrá.
El clima de Medellín está determinado por muchos factores, entre ellos los vientos alisios, la traslación de la Tierra y hasta los huracanes del Caribe, pero gran parte de lo que ocurre aquí se lo debemos a los océanos Atlántico y Pacífico, por nuestra relativa cercanía a sus costas.
El Pacífico influye de manera drástica en la cantidad de lluvia que recibimos, debido a que sus cambios de temperatura y la relación con la atmósfera originan fenómenos como el de El Niño y La Niña, que se alternan cada tres a cinco años.
“El Niño ocurre cuando el Pacífico se calienta; entonces se debilitan los vientos y en Colombia queda localizada una corriente descendente de aire seco. Por eso no llueve casi” según explica Carlos David Hoyos, gerente del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle del Aburrá.
Con La Niña, que desde el año pasado y hasta hace pocas semanas dejó a su paso por Colombia una grave tragedia invernal, ocurre lo contrario. “Los vientos alisios se ponen más fuertes y la condición normal de lluvias se exagera al oeste del Pacífico y en Colombia”, agrega este experto en océanos y clima.
La traslación de la Tierra, que determina las estaciones en otras latitudes, también afecta la nubosidad en el Trópico y a ello debemos los ciclos anuales de lluvias en abril y mayo, y octubre y noviembre, que es lo habitual. Así mismo, el calor que estamos sintiendo por estos días, aunque muchos no lo crean, también están dentro de lo previsible. Al respecto, Carlos David Hoyos responde varias preguntas que nos hacemos todos:
¿Es normal el calor que estamos sintiendo en Medellín en los últimos días?
“Es normal y hace parte de lo esperado porque tenemos la nubosidad encima, el sol llega directo y no tenemos lluvias. A finales de septiembre volverán las nubes y se irán otra vez en enero, que es el mes más seco y cálido del año”.
No obstante, la gente mayor suele afirmar que el clima de la ciudad se ha dañado, que está más caliente, ¿es eso cierto?
“Es cierto que está más caliente. En los últimos 50 años, el clima del planeta ha aumentado entre 0,7 y 0,8 grados en promedio, y en Medellín ha aumentado más que eso pero no solo por el cambio climático sino por un fenómeno distinto conocido como isla de calor, que se presenta en todas las ciudades. La destrucción de los bosques y el aumento del pavimento y el concreto hacen que haya más calor, pues se reduce el fenómeno de enfriamiento que se da con la evaporación y transpiración de las plantas”.
¿Qué podríamos hacer como ciudadanos para que el clima de Medellín no se siga alterando?
“Si hablamos del fenómeno de la isla de calor, es intentar construir de una manera más amigable, más verde. En Bogotá y otras ciudades están tratando de que las azoteas y techos de los edificios no sean grises sino verdes, que se asemejen lo más posible al ambiente natural. A pesar de que los mayores responsables de las emisiones de CO2 son Estados Unidos, China e India, nosotros podemos mitigar el calentamiento global cambiando las formas de energía y los combustibles que utilizamos”.
¿Qué tanto obedece a causas naturales y a humanas el desastre invernal reciente?
“Podemos decir que es debido a factores naturales, por un fenómeno de La Niña muy fuerte, pero no tenemos suficientes evidencias para afirmar que es debido al cambio climático global. Lo que uno espera y lo que algunos modelos sugieren es que las condiciones normales se exageran, es decir, cuando llueve se espera que llueva más y cuando hay tiempo seco que sea aún más seco. La gente debe entender que el problema no es de temperatura media, porque hay gente que vive a 40 grados centígrados y no pasa nada, sino que ese aumento exagera los efectos extremos. Los aguaceros posiblemente serán más fuertes y eso será lo que nos afecte con mayores inundaciones y deslizamientos”.