Hallan cementerio indígena en Eafit
Un cementerio indígena de 1.500 años de antigüedad y mucha evidencia del contacto entre los españoles y los aborígenes, fueron los hallazgos más destacados
Los últimos 15 días en la vida profesional del antropólogo Pablo Aristizábal han sido una locura. El motivo es que tuvo a su cargo la excavación arqueológica de los lotes aledaños al puente de la 4 Sur y del lote Los Guayabos, de Eafit. Allí encontró nada menos que un pequeño cementerio del periodo Quimbaya Clásico y muchos otros materiales que hablan de la historia de El Poblado y de la ciudad.
En las excavaciones recientes hallaron cinco vasijas que corresponden a un cementerio familiar precolombino con cinco urnas funerarias con tapa. Tras la evidencia recolectada se determinó que estas vasijas datan del año cero al 800 después de cristo, es decir que son restos de aproximadamente 1.500 años de antigüedad.
El grupo liderado por Aristizábal ya lleva un total de seis de estas vasijas. En la primera, hallada en una parte del lote intervenido de la 4 Sur, se encontraron restos de un adulto.
“Lo bello de todo esto es que encontramos dos mil años de historia en una hectárea. Tenemos este cementerio indígena. Tenemos el periodo colonial, que consiste en botijas o ánforas usadas por los españoles en la época de contacto con los indígenas: servían para cargar el agua y el aceite de oliva. Además, tenemos una cantidad de locitas y platos que trajeron de Inglaterra en los siglos 18 y 19”, advierte Pablo.
El hallazgo también confirma que El Poblado fue un resguardo indígena. “Es uno de los pocos sitios de contacto entre los indígenas y los españoles, porque allí los colonos ubicaron a los indígenas, sitio llamado El Poblado de San Lorenzo (1615), luego de quitarles las tierras”, dice el antropólogo.
La zona del hallazgo será en breve una zona de parqueaderos de Eafit. Precisamente la Universidad creará una exhibición arqueológica en la que estarán expuestas estas piezas tras su restauración. En el puente de la calle 4 Sur (Gilberto Echeverri) también se ubicaron dos muros encontrados en los trabajos de construcción y pueden ser apreciados por las personas que transiten por allí.
Pablo Aristizábal explica que este encuentro con la historia debe servir para reflexionar acerca de lo que estamos dejando a las generaciones futuras, y para que una ciudad como Medellín pueda mostrar esta, que es su historia y sus referentes culturales, y “no convertirse en una urbe llena de extranjeros en chanclas que vienen a un tipo de turismo muy diferente y por todos conocidos, que incluye droga y prepagos”.
También parece ser un triunfo de la Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, adscrito al Ministerio de Cultura. Esta cartera aprobó en 2010 una ley que exige que toda obra de infraestructura debe hacer estos programas de arqueología preventiva antes de empezar la remoción de suelos. Es la mejor oportunidad para conocer el pasado.