El proyecto de reorganización del transporte público colectivo de la ciudad, denominado Transporte Público de Medellín –TPM–, pretende integrar de forma adecuada el servicio público colectivo particular con el servicio público masivo institucional, denominado Sitva (Sistema Integrado de Transporte del Valle de Aburrá). Así mismo, busca una reducción importante del impacto ambiental por la emisión de contaminantes de los vehículos; la optimización de la malla vial; la eficiencia del servicio de cara a los usuarios en términos de seguridad, cobertura y calidad; e implementación de nuevas tecnologías.
Este proyecto, que nació en los inicios de la administración del alcalde Aníbal Gaviria, y quién se empecinó en sacarlo adelante, ha contado en el tiempo con tres momentos definitivos. El primero fue durante 2012 – 2013, etapa en la que se estructuró legal, financiera y técnicamente la propuesta; se cumplió un segundo periodo durante 2014 – 2015, tiempo en el que se socializó el proyecto con las empresas del transporte público colectivo de la ciudad, de manera que estas pudieran presentar sus propuestas en aras de suscribir con la Secretaría de Movilidad, lo que hoy denominan convenios de colaboración empresarial. Ahora, en 2015, se debe cumplir la tercera etapa del proceso, en la que esos convenios de colaboración empresarial se implementarán de cara a los usuarios. Según la Secretaría de Movilidad, la reestructuración del servicio adelantada por el proyecto TPM, que depende de dicha secretaría, “establece que la operación se deberá hacer por convenios de colaboración empresarial, bajo una modalidad contractual que permite agrupar a las 43 empresas que actualmente prestan el servicio, uniendo sinergias y asumiendo de manera homogénea la experiencia acumulada”.
Componentes estación lateral. Render cortesía
Saldrán de circulación 1.068 vehículos
Según la Secretaría de Movilidad, en Medellín se realizan un millón 160 mil viajes por día en transporte público colectivo, con la participación de 43 empresas transportadoras que suman entre todas 2.966 vehículos entre buses y microbuses; con el proyecto de reorganización se espera que salgan de circulación 1.068 vehículos, lo que representaría una reducción del 37 por ciento de la flota. Así, esos 1.068 automotores serán reemplazados por 1.898 de tecnología limpia, de manera que se pasará de generar 39 toneladas de material particulado 2.5, a 0,4 toneladas al año, con una reducción del 92 por ciento. En cuanto al CO2, se calcula la disminución en un 27 por ciento. A la fecha, la Secretaría de Movilidad ha recibido 14 propuestas por parte de las empresas transportadoras, y ya firmó el primer convenio de colaboración empresarial. “El 25 de marzo aprobamos el primer Acuerdo para la Cuenca 2B que atiende Transmedellín en el noroccidente de la ciudad; también a través del Área Metropolitana aceptamos un acuerdo con una empresa que opera la cuenca 4 (La estrella, Itagüí, San Antonio de Prado y Guayabal)”, comenta Ómar Hoyos, secretario de Movilidad de Medellín, quien también asegura que: “Uno de los aspectos más relevantes de este convenio con Transmedellín es que racionalizará su flota, de 480 buses que ingresaban a diario al Centro, a partir del segundo semestre lo harán solo 100”.
¿Finalmente, qué verá el usuario?
Con el proyecto TPM se espera que los paraderos de buses tengan wifi. Desde su celular, el usuario podrá verificar cuántos minutos faltan para que el transporte llegue, cuál será el recorrido o si el bus que espera viene lleno o vacío por medio de un aplicativo móvil que está en desarrollo y que estará listo, si las cosas salen bien, para mediados de 2015. Otra novedad, es que los paraderos recibirán energía a través de páneles solares y los usuarios verán en pantallas táctiles información sobre horarios, frecuencias, mapa de ruta y sitios de parada. En cuanto a los vehículos, cada ruta se distinguirá por medio de colores. Atrás quedará el sistema de pago actual, en el que el conductor de bus recibe billetes y monedas; el nuevo sistema de recaudo a los pasajeros se hará a través de tarjetas electrónicas. Ante tanta belleza junta, cabe preguntarse, ¿qué costo tiene el proyecto de reestructuración del transporte público colectivo? La inversión será de 62 mil millones de pesos del Fondo Medellín para la Vida, que se dedicarán a infraestructura, señalización, nuevos paraderos, bahías y carriles exclusivos. Por su parte, las empresas transportadoras deberán asumir el costo de la racionalización de los vehículos o la renovación paulatina de su parque automotor. Así pues, se espera que para el segundo semestre de 2015, Transmedellín, empresa en firmar el primer convenio, tenga rodando en el mes de diciembre 40 buses a gas por los corredores viales que se delimitarán en el proyecto TPM.