Gracias al aporte constante de numerosas empresas de Antioquia, la Fundación Apostolado La Aguja ha logrado ayudar a más de 22 mil familias campesinas a mejorar su calidad de vida.
Hace casi 80 años, en alguna casita del municipio de La Ceja, en el Oriente antioqueño, un grupo de señoras se reunía a tejer. Las conversaciones, los chismes y las opiniones iban surgiendo, como es de esperarse, y muchas veces terminaban hablando de lo que les pasaba a sus vecinos. Teniendo en cuenta la época, no se trataba exactamente de vivencias positivas: las historias eran que a tal se le cayó el techo, que a tal se lo llevaron, que a tal lo mataron. Las señoras, en su labor de tejer y desatrasarse, compartían y hablaban de formas en que podrían ayudar a sus vecinos. Y años después, entonces, el legado de esas mujeres estaría más vivo que nunca, en la forma de la Fundación Apostolado La Aguja.
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Ahora, la Fundación mantiene esa misma filosofía que empezó todo: tejer para ayudar. Sumar esfuerzos, voluntades y responsabilidades para apoyar a los que más lo necesitan. En 78 años, desde su comienzo, ha ayudado a más de 22 mil familias, lo que se traduce en la mejora de calidad de vida de casi 200 mil personas del campo colombiano. Porque, no obstante que todo surgió en La Ceja, la Fundación se ha enfocado en alcanzar a todo el país, poniendo su ayuda en 21 departamentos distintos.
“Al principio, solo nos enfocábamos en la construcción de viviendas, pero nos dimos cuenta de que no se trataba solo de eso”, cuenta Maria Adelaida Bernal, directora de la Fundación, explicando las diferentes estrategias que utilizan para ayudar a familias campesinas. El primer enfoque, claramente, es el de construir casas apropiadas y cómodas para mejorar la calidad de hábitat de las personas vulneradas. Sin embargo, en La Aguja tienen otras dos estrategias más dirigidas a mejorar la vida de las familias: por un lado, la Economía Positiva, con la que buscan generar buenos hábitos en las finanzas y economía familiar -como ahorrar, crear presupuestos y detectar gastos-; y por el otro, Carpinteando, con la que buscan integrar de la mejor forma a las familias, enseñándoles métodos de convivencia y comunicación que las unan y les ayuden a fortalecer su relación.
Cada familia recibe apoyo por medio de las tres estrategias, de forma que se busque no solo proporcionarles una nueva casa, sino también una mejora general en su calidad de vida y financiera, y así acercarse más a la meta de romper el círculo de la pobreza. Se trata de individuos que han pasado por realidades muy difíciles en lugares recónditos del país, y necesitan ayuda para vivir mejor como comunidad.
Empresas con sentido social
¿Cómo consigue la Fundación los recursos para hacer su labor? La ayuda del empresariado antioqueño ha sido vital para llevar a cabo cada proyecto. Entre las que apoyan con materiales y recursos hay tanto microempresas como algunas de las más grandes de la región, como el grupo SURA, Comfama, el Metro, Conconcreto, Protección, Cueros Vélez, Madecentro y Corona. Es fundamental que las grandes empresas se fijen en el campo y hagan lo posible por dar su grano de arena para mejorarlo, y, a través de la Fundación Apostolado La Aguja, han logrado hacerlo.
Así, entonces, es como durante 78 años esta organización ha logrado sacar adelante a miles de campesinos en Colombia. Para ellos, la mayoría de las veces, la mejor opción es mantenerse en el campo, en el lugar donde nacieron, y la Fundación logra que lo hagan en las mejores condiciones posibles. Con su labor logran crear y renovar familias que puedan tener una excelente calidad de vida. Porque, en definitiva, para La Aguja no solo es cuestión de construir casas: es cuestión de construir hogares.
Superar la pobreza
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS, adoptados por la ONU en 2015, son un llamado universal para poner fin a la pobreza y proteger el planeta. La labor de la Fundación Apostolado La Aguja está enmarcada en los ODS 10 (reducción de las desigualdades) y 11 (ciudades y comunidades sostenibles).
¿Por qué son importantes estos dos objetivos para la superación de la pobreza? En el mundo, según la ONU, más de 7 millones de personas habitan en tugurios y el 53 % de los hogares urbanos presenta déficit básico. En Colombia, según datos del DANE, hay un déficit cuantitativo de vivienda de 1,3 millones; con el cualitativo, supera los 3 millones.