Director de la ONG Convivamos. Vivir en la comuna 1 es construir participación y organización comunitaria, es acompañar procesos de defensa de los Derechos Humanos de la juventud, de las mujeres. Como su nombre lo indica, es ser popular y comunitario.
Lo que más destaco son los procesos de participación y organización, especialmente entre los niños, niñas, jóvenes y mujeres, en un diálogo intergeneracional y de defensa del territorio.
En este momento un problema fundamental, en barrios como Carpinelo 2, es que no tienen acceso al agua potable. Es un sector bastante amplio y representativo de la comuna, situado en la parte alta. Esta problemática también se presenta en las comunas 3 y 8.
En la movilidad hay dos situaciones relevantes. La primera, si bien hay cambio en el sistema de transporte público, éste aun no cumple con las condiciones de cubertura y accesibilidad que requieren los diferentes núcleos habitacionales. Se presenta contaminación auditiva porque la empresa de transporte escogió unos buses alimentadores que funcionan con energía limpia, pero son muy ruidosos y eso genera problemas. Ya se han interpuesto denuncias por esa contaminación.
La otra situación es debida al cambio de rutas y a la salida de los buses que se encontraban en el territorio, con lo cual se han desactivado procesos de movilidad y circulación de sus habitantes. Entonces tenemos una dificultad en términos de la capacidad del sistema para soportar las demandas de la comuna en transporte.
En educación nosotros fuimos pioneros al establecer un programa de becas en educación superior, como componente del plan de desarrollo local, de la mano del presupuesto participativo y el Fondo EPM. Consideramos que se trató de un avance, pero falta establecer mayor cobertura y generar cualificación en la educación básica y media.
Margarita Echeverri
Edil de la comuna 1 Popular. “El Popular 1 es mi barrio, no nací acá pero me trajeron hace 51 años. Surgió con pobreza absoluta, apoyado por dos sacerdotes, construido por la misma comunidad sin técnicas ni reglamentación. En su mayoría la gente venía de muchas regiones en busca de una oportunidad, de un terreno.
Nos ha tocado luchar para tener la tranquilidad que se vive, porque antes se vio mucha guerra, mucha violencia y mucha carencia de oportunidades por falta educación, de buen empleo. La mayoría de los hombres eran albañiles y muchas mujeres vendían empanadas, papita, morcilla, tamales, para ayudar con la economía doméstica.
Todo hay que decirlo: aquí la gente participaba poco en las elecciones, debido a que se sentían muy engañados; yo apenas vine a votar después de vieja y venían políticos a ofrecer lo que no tenían y la gente aprendió a no votar por nadie… En 2004 cuando vimos las necesidades de la comunidad para priorizar el presupuesto participativo, (una de ellas era) dar oportunidad a la gente joven de ir a una universidad, aunque fuera privada. Este proyecto de educación superior (necesario porque no había) horizontes para que la gente pensara en cosas grandes (…), nos llevó a buscar descuentos en las universidades privadas. Así, en ocho años, mientras yo lideré el proyecto dejé a 1.100 jóvenes estudiando: más de 400 y punta en las universidades privadas y casi 600 en las públicas. Hoy en día el panorama es crítico y desvalorizado porque aparecieron otros intereses”.
Jefferson Duque
Delantero del Club Atlético Nacional. A instancias de Vivir en El Poblado “la Fiera Duque”, máximo goleador del equipo verde, quiso entregar, más que un testimonio, un mensaje orientado a la multitud de niños y jóvenes de la comuna 1, convertidos en sus más apasionados hinchas. El jugador nació y pasó su infancia en el barrio Popular.
“Hola, soy Jefferson Duque, este es un saludo para todos los niños de toda la comuna número 1. Es para enviarles un mensaje de mi agrado, espero que se orienten por el camino correcto, que no se desvíen y que sigan sus sueños para que puedan conseguir todo lo que se quieran imaginar para sus vidas. Espero que esto les sirva de aliento para sus proyectos, para lo que se viene a cada uno; confío en que sigan por muy buen camino”.
Harold Mora
Director de El Megáfono y el periódico La Uno. “En la comuna 1 se vive una experiencia muy bonita, de trabajo con una comunidad que es maravillosa y tiene un montón de saberes, pero hay un contraste cuando el tema de seguridad se vuelve una especie de cortina que genera un tipo de estrés social.
Se destaca el trabajo articulado entre organizaciones y líderes (…), se tiene la experiencia del primer plan de trabajo local, el primer periódico comunitario, la emisora, el hecho de tener un canal virtual, un centro comunicativo y unas redes barriales que están empoderando sus experiencias en la construcción de tejido social.
Ya se cuenta con corresponsales que están en la jugada con la gestión de los procesos comunicativos, pues no dependen de los motivadores que iniciaron el proyecto. Es decir, existen líderes en la cultura, en la comisión de convivencia, en los escenarios de la gestión privada, así que nos llena de satisfacción la identidad que han adquirido los actores sociales con el proceso comunicativo.
Uno de los grandes problemas en la construcción de su identidad es que resulta afectada debido a las decisiones de las diferentes alcaldías, porque las propuestas de la comunidad se van distorsionando en función del interés de la política de turno, y eso hace daño a la articulación y la identidad con el territorio.
El otro problema es la educación, muy demandada en el presupuesto participativo. Según el diagnóstico que arrojan (diferentes organizaciones) no alcanza a cubrir siquiera el1% de la población que requiere educación superior.
Está también el tema del embarazo adolescente. Falta generar una política clara, pues la comunidad juvenil se encuentra en riesgo por el tema cultural (…), los currículos no tienen integralidad con énfasis en prevención y hacen falta proyectos de acompañamiento constante (…)”.
Héctor Urrego Pérez
Contador público, tesorero del Inder de Medellín. “La comuna uno se caracteriza por ser pujante, muy activa, con mucha calidad humana y muy alto sentido de pertenencia (…) es población de mujeres cabeza de hogar y familias desplazadas una y dos veces: de varios pueblos y de otros barrios de Medellín.
En convivencia la comuna ha sido buena, aunque ha habido nichos de violencia que luchan por los territoritos (…). Yo creería que es producto del gran abandono estatal y de un abandono en acompañamiento con unos mínimos vitales.
La comunidad está urgida de vías de acceso; es muy difícil transitar en moto o en vehículo porque las vías son estrechas y no hay cómo ingresar. Las vías de acceso son por Zamora (el Playón), por la carretera de Villa del Socorro y de Santo Domingo, que se juntan en las comunas 1 y 2. Si hay un choque o accidente, son una o dos horas de espera para entrar o salir.
El metrocable le dio más vida a la comuna, pero los carros alimentadores son muy grandes y pueden tapar la vía, si se encuentran con el carro de basura queda bloqueado todo.
Pero reconozco que sí hay nichos de seguridad donde tranquilamente se puede caminar, a pesar del poco espacio público uno ve las cuadras llenas de gente, de familias que juegan con una pelota porque no hay canchas”.
Rosalba Cardona
Líder cívica, ganadora de un premio Medellín Innova, de la Ruta N. “Soy líder comunitaria desde hace 45 años. Vivir en la comuna 1 en un tiempo fue sumamente difícil, y la muestra es el mural donde hay miles y miles de nombres de personas caídas durante el conflicto. Pero hoy en día, después de 2005, es una felicidad, estamos en un sueño del cual no queremos despertar: hay tranquilidad, hay convivencia, hay paz, vienen visitantes, turistas. Pero hubo un momento en que la comuna 1 fue un tren que arrastró tanta vida joven que no hay palabras con qué describirlo.
El presupuesto participativo trajo educación superior, tenemos siete comisiones temáticas, y eso ayuda mucho a la convivencia del barrio, ya que se espera solucionar algunos problemas. No digamos que el conflicto se terminó, porque muchachos hay y armas tienen, pero no las usan, no hay combos amenazantes, no hay de qué quejarse. Además, el Estado puso los ojos aquí para hacer una Estación de Policía para 70 miembros, que no la tiene El Poblado; también instituciones educativas nuevas.
Pero hay mucho desempleo, está el vicio del alucinógeno, está el abandono de niños en horas de la noche, cuando las mamás se van a trabajar, sea en lo que sea. En obras de infraestructura también se necesita el cambio del alcantarillado. Y en lo social, que se invierta en deporte, en canchas, en lo recreativo.
El premio que me gané fue por una flor que asemeja la orquídea de Antioquia, y me lo dio la Ruta N de Innova, que vino a dar unos cursos en Santo Domingo Savio y fui porque uno todavía aprende cosas. El último día pidieron una idea innovadora (…), y yo pensé: por qué no meto esto de las aguas reciclables que es una ilusión que tengo de que se recuperen para el medioambiente y también ayuda para el bolsillo. Y lancé la idea…
Qué alegría cuando a los dos meses dijeron que estaba en la red social y necesitaba votos… y salió ganando la iniciativa mía, que es una flor que recoge agua, la almacena, la purifica y apretando un botoncito se llena el vaso para tomar…”.