Tendero. “Estoy acá desde el 84, cuando llegué de Támesis. Altavista en este momento está bien, en otros momentos ha estado critica la situación por tantos problemas de bandas pero hace más o menos un año está mejor. Lo que más me gusta es que hay mucho campo. Vivo en una tienda pero salgo a caminar con frecuencia por la parte rural. Hay lugares muy bonitos como sector Buga, el Ecoparque La Perla y el Barcino, arriba en la cordillera. Una de las necesidades principales que tiene Altavista es una cancha de fútbol reglamentaria, pues la que hay es muy pequeñita. Hace mucha falta el deporte, más que todo para que los muchachos estén entretenidos. Tampoco hay canchas de basquetbol ni de microfútbol y se necesita con urgencia una vía alterna, pues solo hay una calle para subir y bajar; el barrio se mantiene muy embotellado con una sola vía, lo que nos perjudica. Hace mucho tiempo se está planeando hacer una vía alterna pero se va en promesas y nunca la hacen. Con mi tienda me sostengo pero las ventas están muy duras porque se han acabado varias ladrilleras, que son la principal fuente de empleo que tienen los habitantes de Altavista. En cuanto a actividades para divertirse Altavista está muy mal, toca bajar hasta Los Molinos para ver cine o hacer algo. Claro que hay un lugar muy bueno para hacer gimnasia frente a la Casa de Gobierno…”.
Sandra Mora
Entrenadora de fútbol. “Nací en Altavista hace 34 años. Tengo un club de fútbol con aproximadamente 80 jóvenes. Altavista es sano pero es un corregimiento muy olvidado, el más olvidado de todos; por acá no contamos con escenarios deportivos, no hay ni uno, mientras que los otros corregimientos sí tienen… No sé si se debe al poco apoyo o a la poca gestión. Nosotros entrenamos en una canchita de arena, es un comodato de la Junta de Acción Comunal porque ni siquiera es del municipio sino del San Vicente de Paúl. En lo que ha cambiado Altavista es en que tiene Casa de Gobierno, lo demás sigue siendo muy rural. En seguridad ha mejorado desde que está la estación de Policía, hace como dos años; esto, que estuvo mucho tiempo tan caliente, ya está relajado. En cuanto a cultura sí está mejor porque existe la Corporación Casa Arte y otra (no recuerdo cómo se llama). Lo que más me gusta de Altavista es la gente, es colaboradora y amable, aunque no es que sea muy unida y cada uno trabaje por su lado. Se necesita con urgencia una vía alterna; solo hay una vía de acceso y muchos carros, además de los de las ladrilleras, y se hacen tacos. En Altavista no hay opciones para uno divertirse, aparte del Ecoparque; le toca tirar a uno para el Cerro de las Tres Cruces en la comuna 16 o para San Antonio de Prado”.
Coordinadora semillero de baile. “Desde que llegué a Altavista ha cambiado mucho, ha llegado mucha gente a vivir y sigue llegando. Nací en Bogotá pero hace casi 30 años vivo aquí. He trabajado 18 años en el colegio de Belén Altavista en oficios varios. Tengo dos hijos que eran bailarines y debido a eso tomamos la decisión de crear un semillero de baile, hace cinco años, para los chicos y las chicas del colegio porque no tenían en qué emplear su tiempo libre. He trabajado prácticamente sola con ellos. Este año me dio un apoyo la Corporación Casa Arte y desde la Alcaldía nos dieron la posibilidad de tener un facilitador, un profesor que nos dé 52 horas de clase. La principal necesidad que tienen los niños y los jóvenes en Altavista es una sede grande donde se puedan reunir, donde se pueda trabajar con ellos desde la expectativa de género, proyectos de vida. Los niños aquí no tienen un parque, ni en qué entretenerse, su única recreación es el colegio porque tiene piscina y canchas. Existe una corporación donde a algunos chicos los tienen ocupados en teatro, en danza, pero para toda la población esa sede es insuficiente. Lo mismo pasa con la sede de Casa Arte (…). Una de las necesidades principales de Altavista y que día a día me cuestiona es, por ejemplo, la de esos niños de tan temprana edad que no quieren estudiar, que no encuentran apoyo en los padres. Los niños muchas veces se acercan a uno y le cuentan sus problemas. Me pregunto por qué le tienen a uno esa confianza y no a los papás. Yo digo que en Altavista hacen falta escuelas para padres donde se les pueda dar talleres de formación, guiarlos para educar a sus hijos (…). Altavista ha progresado en cuanto a seguridad. No ha habido mucha violencia últimamente; se ha visto el cambio. Se lo atribuyo a todas las personas que desde la Alcaldía y organizaciones, como las JAC y las JAL, se han preocupado por el corregimiento y han buscado apoyo para su mejoramiento. Al alcalde le pediría más sedes para las actividades culturales de los jóvenes…”.
Conciliadora Junta de Acción Comunal (JAC) sector El Concejo. “Hace 33 años vivo en Altavista. El barrio donde vivo está hoy muy poblado, demasiado. En esta parte antes no había nada y ya hemos conseguido muchas cosas: tenemos la Casa de Gobierno, centro de salud, centro de vida, dos colegios; cuando llegué a Altavista no había sino una escuelita. En cuestiones de seguridad, ahora el corregimiento está tranquilo, aquí no pasan tantas cosas como en otras partes. El problema que tenemos es que hay mucho matoneo de los niños en los colegios, se aporrean muy feo, se tratan muy mal. Es una situación muy nueva porque cuando fui del consejo de padres le decíamos al director que sería muy bueno que de vez en cuando la Policía les hiciera a los niños una requisa, pero él nos decía que no iba a asustarlos. Sin embargo, no era para asustarlos, era un bien para ellos mismos (…). Me gusta mucho vivir en Altavista porque somos muy unidos, ha habido mucho crecimiento, incluso ahora hay una microempresa de reciclaje que da empleo. También hay muchos niños en el programa Buen Comienzo, de la Alcaldía, que es espectacular. La tercera edad en Altavista es famosa, hay clubes muy organizados, eso es maravilloso y no lo tenía el corregimiento; además, hay una cooperativa nueva para personas adultas, dan el almuerzo, tiene sicólogo y cantidad de personas de la Alcaldía que vienen a estar con nosotros. Una de las cosas buenas de Altavista es el movimiento cultural de los muchachos; en su sede tienen a muchos jóvenes entretenidos y les enseñan cosas. Ellos nos involucran a los de la tercera edad y a nosotros nos gusta trabajar con estos jóvenes de Casa Arte. A las de la JAC nos gusta trabajar por la comunidad y somos muy unidas; les celebramos la fiesta a los niños, el día blanco (del amor y la amistad), la fiesta de la madre, la Navidad, les hacemos el recorrido de limpieza… Hay una plazoleta de la Casa de Gobierno que se presta para todo esto. También la parroquia tiene muy buenos servicios (…). La principal necesidad de Altavista es una mejor carretera…”.
Presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) Altavista Parte Alta. “En el corregimiento Altavista hay un gran atraso; las diferentes administraciones municipales nos han tenido olvidados. Tenemos cuatro vías veredales y cuatro microcuencas sin conectividad entre ellas. La carretera principal está muy mala. Hace varios años hicimos un derecho de petición a la Alcaldía para que construyeran una doble calzada, incluso funcionarios de EPM me mostraron los diseños que incluían la red de gas, pero no se ha hecho nada. Esto nos afecta demasiado porque en el corregimiento hay ladrilleras, empresas de manufacturas, cultivos, ganado, y para todos es imposible comercializar los productos. Otra urgencia sin resolver es la atención de las microcuencas. Desde el PP (Presupuesto Participativo) de 2008 teníamos recursos asignados para atender dos de ellas (Altavista y Ana Díaz) pero dicen que ya no hay plata, y eso es un peligro, pues varios gaviones, que pesan 10 toneladas, colapsaron desde 2004 y estamos en riesgo de un desastre. Además, hay cuatro muros de contención para reconstruir. Donde haya un invierno se hace un represamiento; no podemos esperar que ocurra una tragedia como la de Salgar. Tenemos mucha gente viviendo en las orillas de las quebradas. Altavista ha sido abandonada por años y desde 1931 empezaron a construir casas y fincas en los bordes de quebradas.
Tenemos un centro de salud obsoleto y con una falla geológica. Se inunda en cada invierno. No tiene urgencias ni suturas y hay que ir al centro de salud de Belén. No hay canchas, solo una pequeña de arenilla que Corpaúl le prestó a la JAC en comodato hace 25 años. No hay apoyo para el campesinado, no hay apoyo para la cultura. Solo nos apoyan con PP, que es la plata de nuestros impuestos. Nos vemos maniatados para trabajar como líderes. Hacen falta equipamientos educativos de calidad y centros de formación profesional. El Ecoparque La Perla (albergue de mascotas) nos perjudica por la contaminación auditiva, mientras que para darnos una cita para nuestras mascotas se demoran hasta tres meses. (…) Necesitamos que nos miren con ojos de misericordia, que vean que Medellín y el área metropolitana no tienen para donde extenderse y ya los constructores están adquiriendo terrenos en Altavista para hacer ciudadelas (…). Somos pulmón de Medellín, potencia hídrica y en este momento tenemos las aguas más contaminadas del área metropolitana. Si están contaminadas, ¿cómo van a descontaminar el río Medellín? La fortaleza de Altavista está en los líderes que tenemos vocación de servicio”.