Mientras en el terreno la empresa de demoliciones Atila continúa con el desmonte de las losas que quedaron suspendidas luego de la implosión de la torre 5 de Space, en los estrados judiciales el tiempo corre más lento. Así, a cinco meses y medio de que colapsara la torre 6 de la edificación y ocasionara la muerte de 12 personas, aún el fiscal 80 de la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la Nación no ha fijado fechas para interrogar al ingeniero Jorge de Jesús Aristizábal; a la ingeniera directora de obra, María Cecilia Posada; a la excuradora segunda de Medellín, Eliney Francis; al curador segundo de Medellín, Carlos Alberto Ruiz, y a Pablo Villegas, representante legal de Lérida CDO. Según el ente acusador, luego de recolectar nuevas pruebas técnicas tras la implosión, podrían ser citadas otras personas además de las cinco que ya recibieron notificación.
Esto, casi un mes después de que el vicefiscal, Jorge Perdomo, informara que “la investigación avanza de forma muy rápida luego de la creación del Grupo de Tareas Especiales” e hiciera énfasis en que en este caso “tendremos que obtener algunos resultados en materia penal porque hay unos homicidios culposos o dolosos por los que alguien tiene que responder”.
Con nervios de acero
Entre tanto, cinco personas que llegaron a Medellín procedentes de Cali, lugar de domicilio de Atila Ingeniería, trabajan en el sitio de la tragedia en el desmonte de las losas a través de microimplosiones y mediante oxicorte, una técnica para cortar metales con un soplete que utiliza la mezcla de oxígeno y acetileno.
El Departamento Administrativo para la Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) está a la espera de que se cumpla el plazo definitivo (el 24 de marzo), para hacer revisión del procedimiento y del estado de las demás estructuras.
Sin embargo, a juzgar por el panorama del miércoles 19 de marzo ofrecía la otrora unidad residencial Space, parece improbable que se logre cumplir con el plazo dado por la Alcaldía para desmontar las losas colgantes y retirar los escombros de la zona. Varios obreros desprendían pedazos de concreto en las diferentes plantas de las torres 5 y 4, evidenciando unos nervios más fuertes que la estructura en la que se movían. En la torre 4 se apreciaban huecos en las paredes, al parecer abiertos para que los trabajadores pudieran pasar a los restos de la 5 para hacer su labor. Al enterarse de esto, algunos propietarios de la fase 4 expresaron inconformidad, por cuanto, aseguran, no fueron informados sobre la apertura de estos boquetes en sus apartamentos.
Al ver parados a los obreros en la estructura semidestruida, algunos trabajadores que hacían el reparcheo de la Transversal Superior (en el lugar donde se hizo el cerramiento, después de la tragedia) interrumpieron su trabajo y manifestaron su temor por el aparente peligro que corrían los que estaban en Space.
A la espera
En cuanto a las familias damnificadas, al cierre de esta edición (miércoles 19, a las 6 pm) 79 familias propietarias de los apartamentos de las torres 1, 2, 3 y 4 de Space, se encontraban reunidas con representantes de la constructora Lérida CDO, con la que esperaban alcanzar un acuerdo económico definitivo, de manera que puedan restituir sus patrimonios. Santiago Uribe, vocero de los damnificados, dijo que los resultados de esta reunión sólo podrían conocerse el jueves 20 de marzo, pues existe un acuerdo de confidencialidad entre las partes que les impide divulgar previamente los alcances de la negociación.
Cabe recordar que para principios de abril, la Alcaldía espera recibir la evaluación y recomendación de la Universidad de los Andes sobre las torres 1, 2 3 y 4 de Space y sobre el estado de Continental Towers y Asensi, unidades residenciales construidas también por Lérida CDO S.A. en El Poblado.