Consolidación: esa es la fase en la que debe entrar la entidad, un asunto fundamental tras el gran cambio que ha vivido en los últimos años.
Por: María Mercedes González
Directora Museo de Arte Moderno de Medellín
El museo cumple 40 años con la misma vitalidad del primer día y con mucha vigencia y creo que a lo largo de estos años ha mantenido ese espíritu que idearon sus fundadores de ser un museo de arte vivo, urbano, actual, que acogiera el arte del momento. Sin lugar a dudas hay un capítulo reciente de la historia del Mamm, con todo este proceso de llegar a Ciudad del Río, y de crecimiento, que ha sido, comparado con el crecimiento de los museos en general, relativamente rápido. Apenas vamos a cumplir 10 años en esta sede y eso en la vida de una entidad cultural es poco.
Ya pasamos ese momento que fue desafiante, con una responsabilidad grande de cara a los artistas, a la ciudad, al país, a los benefactores, con muchas expectativas y creo que hemos cumplido en una primera etapa. En esa medida, hoy atravesamos un proceso de consolidación, fundamental tras el cambio, lo cual implica muchos frentes de trabajo, unos internos, poco visibles de cara al público, y otros externos, como mantener la calidad de la programación. Ese seguirá siendo uno de los retos más grandes a futuro, particularmente en este proceso de consolidación.
Otro desafío importante es la sostenibilidad económica. Gracias a este proceso de crecimiento hoy el museo tiene la capacidad de generar el 35% de sus ingresos a través de distintas estrategias de índole comercial casi todas, y en adelante se podría seguir trabajando para que ese porcentaje sea mayor. Hay otro desafío: el Mamm desde el primer día tomó la decisión de conformar una colección y eso es algo a lo que no se renuncia. Hoy hay más de 2.100 obras y la mayoría han ingresado gracias a la generosidad de los artistas, entonces uno de los retos es conformar una política de adquisición que no busque llenar vacíos de la colección, sino que mire al presente y al futuro, y en esa medida poder adquirir obras emblemáticas del arte contemporáneo colombiano. En eso estamos rezagados.
Un reto adicional que se suma al de la sostenibilidad económica es la relación con los sectores público y privado. Las entidades culturales necesitamos seguir trabajando de la mano, en particular en el caso del Mamm, con la Alcaldía de Medellín y de las empresas y fundaciones del sector privado, las de hoy y las que ojalá puedan vincularse en el futuro. Ese apoyo es fundamental, somos y seguiremos siendo exitosos en la medida en que esa cadena de esfuerzo, generosidad y compromiso se teja bien. El Mamm es una entidad privada sin ánimo de lucro con vocación pública, es una entidad de la ciudad.
Así pues, vislumbramos un futuro promisorio. Hoy el Mamm es el lugar del arte contemporáneo en Colombia, referente en el universo de los museos del país, y en esa medida el desafío es seguir insertándonos cada vez con más fuerza en una escena más global. Pensando en Ciudad del Río también hay un futuro promisorio por los nuevos desarrollos de la zona, con la llegada de otras entidades culturales.
Y sin duda también hay un reto importante de cara a la ciudad, de seguir siendo un espacio referente para la vida de los ciudadanos. El museo también puede contribuir a acrecentar el interés por Medellín, no solo de los turistas, que ya ocurre, sino para generar otro tipo de miradas, porque eso es una ganancia tanto para el museo, como para toda la escena artística local. Finalmente trabajar por la misión que nos hemos propuesto de seguir siendo relevantes, de ser un espacio de disfrute donde la gente pueda venir a conocer algo más sobre el mundo a través del arte.
Hay que apoyar el Mamm para que vaya armando historia
Por: Sofía Hernández Chong Cuy
Directora Witte de With Center for Contemporary Art
La experiencia de trabajar con el Mamm fue una maravilla, su ambición y profesionalismo son grandes; su interés por lo local y simultáneamente por lo global está muy presente. El equipo de trabajo ha comprobado que sabe montar exposiciones de temas y artistas relevantes, convocar públicos amplios y diversos y ser influyente en muchos aspectos.
Tuve la gran oportunidad de conocer artistas a través del Mamm y de la gran gestión cultural que viene desarrollando la dupla conformada por María Mercedes González y Emiliano Valdés. Ellos me pusieron en contacto con su historia y también armaron la plataforma para colaborar con la escena local de Medellín y de Colombia. Desde que dirijo un museo en Europa –uno de los más importantes internacionalmente–, he tenido el placer de invitar a artistas con quienes trabajé en Medellín el año pasado con el Mamm, como directora del II Coloquio Latinoamericano de Arte No Objetual y Arte Rural, entre ellos Susana Mejía y Ana María Millán.
Tenemos que apoyar el Mamm para que vaya armando historia a través de la expansión de su acervo y no solo a través de programación temporal. Este museo puede y debe asumir ese nuevo reto: coleccionando se arma historia. Están listos para re-escribir lo que se ha dicho y para formular nuevos relatos de la modernidad y contemporaneidad colombiana. A apoyarlos, estimulando a la comunidad artística para fomentar este desarrollo.