Es uno de los barrios más señoriales. Se caracteriza por sus vías de acceso, sus casonas y las instituciones comerciales y educativas que allí se asientan
Según Planeación, La Aguacatala se extiende entre las calles 4 Sur y 12 Sur, y la Avenida El Poblado y la Avenida Regional. Este barrio se divide en dos sectores: La Aguacatala N°1 (al costado oriental de la Avenida Las Vegas) y La Aguacatala N° 2 (al lado occidental).
La Aguacatala es hoy un sector mixto, donde se combinan los usos residencial, educativo y comercial. Entre sus sitios referenciales están el Centro Comercial Oviedo, los hoteles Four Points By Sheraton, Portón Medellín y Poblado Plaza; el Centro de Negocios Las Villas, la Torre Sufinanciamiento, el Centro Ejecutivo, Mc Donalds y Carulla. Del área educativa hacen parte Eafit y San José de Las Vegas, y posee numerosos centros de salud.
Entre sus unidades residenciales más reconocidas están Aldea de Riobamba, El Guadual, Santa María de Oviedo, Rincón de Ontaneda, Murano, Torres de Lorena, Parque Lorena y Mediterráneo.
Cuenta con una estación del metro (Aguacatala), el intercambio vial La Aguacatala y, muy pronto, con el puente de la calle 4 Sur.
Los orígenes
Tal y como lo registró Vivir en El Poblado en el año 1997, los terrenos que hoy ocupan las dos aguacatalas fueron antes fincas de recreo de las familias de clase alta de Medellín.
Posteriormente, el terreno perteneció al señor Manuel Celedón, el cual le vendió a la Urbanizadora Nacional. Esta empresa hizo el trabajo de urbanización como se hacía entonces: trazado de las calles y separación de los lotes, los cuales se vendían listos para construir. Eran los años 60.
Primero se urbanizó La Aguacatala N° 1, con lotes de 900 mt2, y luego La Aguacatala N° 2, con terrenos de 600 mt2. Ambos se fueron poblando a finales de los 60 y en los años 70. Por varios años su única vía de acceso y salida fue la carretera a Envigado, hoy Avenida El Poblado.
Un luchador incansable
Uno de sus líderes y habitantes más antiguos y comprometidos es Guillermo León Vieira, miembro del Comité Cívico La Aguacatala N° 2 y presidente de la Veeduría de las quebradas La Poblada y La Presidenta.
Hace 20 años también fue veedor ambiental de la construcción del intercambio vial y lideró y ganó una demanda al Área Metropolitana por el daño ocasionado a unos guaduales del entorno. Más recientemente, durante la construcción de la Vía Distribuidora, hizo parte de la veeduría ambiental, organización que logró la construcción de una barrera ambiental antirruido y la siembra de nuevos árboles.
A sus 63 años, no tiene intenciones de retirarse de la lucha por mejorar la seguridad, el ambiente y la calidad de vida en este, uno de los barrios más representativos de El Poblado.