Sobre el mismo particular el Dane ofrece sus estadísticas: en el cuarto trimestre de 2004 fueron vendidos en Colombia 43 mil 567 vehículos, lo que representa un aumento, frente al mismo período de 2003, de 52.55% en unidades comercializadas.
Entre las razones de esta dinámica “muy alta” que también vive Medellín, según la calificación de Esperanza Arango, de Fenalco, el pico y placa sin embargo no es registrado como un factor. Cuando fue confirmada la aplicación de la medida en noviembre, algunos de sus críticos advirtieron que la restricción para circular llevaría a muchos a comprar otro carro, como dicen que ocurrió en Bogotá. Y de esa manera, agregaron, la congestión se mantendría.
No obstante en opinión de Mauricio Jiménez, de Automontaña, las explicaciones a este mejor momento en las ventas deben buscarse en todos lados menos en la decisión adoptada por la administración Fajardo. No puede hablarse de tal efecto bumerán. A criterio de Jiménez, la estabilidad de los precios durante los últimos 3 años –porque por ejemplo entre un Twingo modelo 2002 y uno 2005 hay de diferencia 500 mil pesos-, el TLC y hasta los carros chinos, sí son factores de peso, como lo son según Fenalco la moderación de las tasas de interés, lo atractivas que se volvieron las de crédito o la percepción de mayor seguridad que ahora se tiene en esta ciudad.
“La restricción es todavía liviana y por eso la gente en vez de hacerle un esguince se prestó a colaborar. La necesidad de comprar un carro sustituto no fue sentida”, sostiene Amariles, de Agenciauto, mientras desde Casa Británica León Darío Alzate señala que el único fenómeno relacionado con este plan del Tránsito es la exigencia expresa de un determinado último número de placa. Sin embargo, agrega, “la decisión de compra como tal tiene motivaciones distintas”.
No aparece entonces el pico y placa en las mejores ventas. De todas formas a criterio de Iván Sarmiento, profesor de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, el crecimiento automotor anual en Medellín, incluso a su ritmo normal del 7.3%, hará que en un par de años la congestión hoy reducida vuelva a su punto. Por esa razón, agrega Sarmiento, es inevitable que la Alcaldía deba tomar decisiones sobre construcción de vías y ampliación de las existentes, además de procurar un transporte público adecuado. Amariles, de Agenciauto, va en la misma línea: “Al esfuerzo que está haciendo la gente, la administración debe responder con proyectos de gran audacia en infraestructura vial y en mejoramiento del transporte. Es necesario para el desarrollo de la ciudad”.