Estas comunidades, históricamente guardianes de la naturaleza, declararon su voluntad de seguir construyendo la Paz con la Naturaleza, exigiendo el reconocimiento de sus saberes ancestrales y el papel fundamental que desempeñan en la conservación del planeta.
Las comunidades reafirmaron el compromiso de trabajar en conjunto para desarrollar una agenda común en términos de biodiversidad para el año 2030, que incluya enfoques diferenciales que aporten al desarrollo sostenible y la preservación de la vida en el planeta.
En la declaración, realizada con apoyo de los ministerios de Ambiente y Agricultura, las mujeres exigen la implementación participativa de un plan de género en las acciones de conservación y se comprometen a formar parte activa del Plan de Acción de Biodiversidad.
Así mismo, las comunidades de campesinos demandan mayor reconocimiento como protectores de la biodiversidad y se comprometen a fortalecer sus territorialidades para garantizar la seguridad alimentaria, la agroecología y la conservación de semillas nativas.
Por su parte, los pueblos afrocolombianos, raizales y palenqueros piden su inclusión en el artículo 8J del Convenio de Diversidad Biológica y reiteran la necesidad de fortalecer la participación de las comunidades en la toma de decisiones, con especial enfoque en género, conocimiento tradicional y financiación directa para proyectos de conservación.
Además, niños, niñas, adolescentes y jóvenes se comprometen a impulsar proyectos colaborativos de protección de la naturaleza y reclaman formación en comunicación y la creación de espacios de diálogo para fortalecer su rol en la preservación del ambiente.
Finalmente, los pueblos indígenas demandan el respeto por la espiritualidad, los territorios y saberes ancestrales; y solicitan al Gobierno Nacional garantizar la protección de sus territorios, el acceso a recursos para la conservación y la participación efectiva en todos los escenarios de toma de decisiones.