Cerca de 1.600 habitantes de esta localidad, de todas las edades, participan de los diferentes cursos que brinda la Casa de la Cultura municipal. La oferta en bellas artes está compuesta por once programas en iniciación artística, diseño de modas, creación literaria, artes plásticas y audiovisuales, danza, teatro y cerámica.
Por su parte, la escuela de música consta de 13 promotorías que abarcan todas las familias de los instrumentos musicales: cuerdas, percusión, vientos y eléctricos; además de talleres formativos en técnica vocal y coral e iniciación musical.
El trabajo conjunto de sectores público y privado, sumado a iniciativas de colectivos y activistas del ámbito cultural, ha propiciado consolidar algunos de estos procesos artísticos, como el del coro, grupo de proyección que acaba de cumplir diez años de funcionamiento, y la Orquesta Sinfónica de El Santuario, una banda integrada por músicos virtuosos de diferentes municipios del Oriente antioqueño.
“Disponemos de una agenda cultural y formativa con un equipo docente muy capacitado. El proceso de nuestra sinfónica es un referente regional y nacional que da cuenta del talento que acá tenemos. Además, es receptora de músicos de otros municipios, como Rionegro, Guarne y Marinilla”, destacó Mauricio Zuluaga Serna, promotor de guitarra clásica y cuerdas andinas de El Santuario.
Mediante la estrategia Casa de campo, una parte de la propuesta cultural de las dos escuelas, la de bellas artes y música, se descentralizó hacia las 37 veredas que conforman el territorio rural del municipio.
“Este proyecto lo estamos haciendo en conjunto con la Secretaría de Educación. Nuestros instructores van hasta las instituciones rurales con la promotoría de iniciación musical. El martes, 12 de noviembre, será el cierre. Ese día, los niños harán presentaciones corales en sus escuelas”, explicó Beatriz Bustamante Vásquez, secretaria de Cultura, Patrimonio y Turismo de El Santuario.
Una vez finalizada esta fase, los niños con destrezas vocales y talentos musicales son direccionados por sus instructores hacia la Casa de Cultura, donde ingresan al proceso de formación artística que más les atraiga o donde muestren mayores destrezas.
“En mi caso, en el proceso que inicié en la escuela de la vereda La Tenería, tengo tres estudiantes que vienen en ese proceso en la interpretación de la guitarra. Desde el campo llegaron hasta acá y han avanzado como músicos. Ya son adolescentes a punto de graduarse y son muy talentosos”, detalló Didieyson González Quintero, promotor de guitarra tradicional y eléctrica de El Santuario.
Una de esas promesas artísticas de este municipio del Oriente antioqueño es María Alejandra Castaño Girado, una de las finalistas, en 2024, del Festival Infantil Nacional de Música Andina Colombiana Cuyabrito de Oro, que se realiza en Armenia, Quindío. La virtuosa artista, quien vive en la vereda El Carmelo, tiene 15 años y cursa noveno grado de bachillerato.
“Para mí, la música lo es todo. Cuando toco mi guitarra me desconecto del mundo y me olvido de todo. Es increíble que uno pueda tener la facilidad de venir a clase, aprender y hacer equipo con otros músicos. Amo la música colombiana y espero seguir estudiándola para aportar a su difusión, en especial el bambuco”, indicó la joven guitarrista, integrante de la estudiantina de El Santuario.
Así, esta localidad del Oriente del departamento que se le conoce como La Despensa de Antioquia por su notoria productividad en hortalizas y legumbres, es también una potencia en la promoción de nuevos talentos artísticos, especialmente en la música.