El ruido sigue sin dejar dormir

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El ruido sigue sin dejar dormir
La comunidad se queja por la falta de acción de las autoridades municipales

Amparo Restrepo* dice que hace tres semanas no duerme. En las madrugadas del fin de semana, desde los jueves hasta los domingos, la algarabía y el ruido son tales que parece que la orquesta o el equipo de sonido de la discoteca vecina estuvieran en su misma alcoba. “Es una situación que debemos aguantar y, aunque por momentos uno se acostumbra, es insoportable”, manifiesta la residente de inmediaciones del Parque Lleras.
El problema del ruido es uno de los más graves que presenta El Poblado, dada la saturación de establecimientos de comercio que hay en sectores como el Lleras, el parque principal y Provenza. Según Planeación Municipal, en la Zona Rosa confluyen la mayoría de los 224 sitios de rumba de El Poblado, todos ellos con permiso hasta las cuatro de la mañana.
El sector también cuenta con 233 viviendas. Teniendo en cuenta el uso mixto del suelo, los habitantes se quejan de la falta de compromiso y autorregulación de algunos comerciantes, que hacen que los niveles de ruido sobrepasen los decibeles permitidos por la ley. Según el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, la emisión de ruido en zonas mixtas debe ser de 70 (db) en el día y 60 (db) en la noche. La norma aclara que, cuando la emisión de ruido trasciende a sectores residenciales vecinos, se debe aplicar el estándar más restrictivo. Es decir, los niveles permitidos son de 65 (db) diurnos y 55 (db) nocturnos.
En un foro organizado recientemente por la comunidad dentro del proyecto de buenas prácticas ambientales, cerca de 70 personas, entre representantes de los residentes, comerciantes y gobierno, hablaron sobre los avances y los compromisos de la actual administración para llegar a un punto de equilibrio entre las partes.

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Conflicto de competencias
El Área Metropolitana explica que, como autoridad ambiental, solo puede intervenir en las mediciones exteriores del ruido de emisión (generado por una fuente fija que trasciende al exterior) y el ambiental. “Es complicado realizar las mediciones porque a veces los establecimientos bajan el volumen a la hora de llegar al lugar. Nosotros no hacemos la medición dentro del local sino fuera, que es lo que nos es permitido”, dice Ángela Gómez Buitrago, coordinadora de quejas y reclamos del Área Metropolitana.
Desde este año las mediciones de ruido domiciliario, dentro de las viviendas afectadas, es competencia de la Secretaría de Salud. “Tras las quejas recibidas, hemos realizado 15 mediciones de ruido en la noche. Uno de los mayores inconvenientes que tenemos es que el 80 por ciento de las quejas son anónimas y, sin tener un afectado puntual, no podemos hacer nada”, manifiesta Carolina Agudelo, de la Secretaría de Salud.
Edilma Escobar, directora del programa Rumba Segura, de la Secretaría de Gobierno, expresa que, de 300 establecimientos abiertos al público en la comuna 14, 122 tienen certificación y extensión de horario de funcionamiento. Entre 40 y 50 lugares están insonorizados (barreras antirruido). “El objetivo es buscar en la noche un punto de equilibrio, entre los residentes y los comerciantes. A la fecha, dadas las quejas, el programa está en total revisión. Se cambiarán su nombre y los horarios. La idea es promover más la cultura, no solo la rumba, en los espacios públicos de la noche”, dice Escobar.
Por su parte, Luis Guillermo Orjuela, director ejecutivo de la Corporación Zona Rosa, que reúne 150 afiliados, argumenta que “el parque de El Poblado y el Lleras no son hoy lo que eran hace diez años. El sector se ha transformado. La Zona Rosa se insertó dentro de la vida cotidiana de los residentes y es el centro turístico y la vitrina de Medellín para el mundo. Hay que tener un mejor control de las zonas mixtas, pues el problema actual se está trasladando a zonas como la Milla de Oro. Esto agrava la situación”, dice el representante de los comerciantes.
* Nombre cambiado por petición de la fuente.


Más control con la nueva Permanencia
Santiago Martínez, concejal y representante de la comisión accidental creada en 2010 para el tema del ruido, anunció que están en trámite la adecuación de la Estación de Policía y la creación de una nueva Permanencia de El Poblado. “La Permanencia ya está garantizada, se está esperando encontrar el mejor lugar para su ubicación. Pero la gente debe estar tranquila, porque esto es un hecho”, expresó.

La nueva Permanencia garantizará que los controles sean más continuos; además, habrá atención inmediata, en caso de llamadas y quejas de los residentes. Róbinson Murillo, inspector 14 A, cuenta que desde principios del 2011 han sido sancionados 85 establecimientos de comercio, tres de los cuales recibieron suspensión por dos meses. Según el reporte del inspector, el valor total de las multas ha ascendido a cerca de 240 millones de pesos.
Dentro de las propuestas de la comisión accidental del Concejo está la de exigir la insonorización de los locales, establecer sonómetros fijos en puntos como el Parque Lleras, Provenza y Barrio Colombia, además de crear un programa de salud auditiva para los pobladores.

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