Cuando llega el momento de darle el remedio al bebé enfermo nadie pone en duda que los padres tratan de hacer las cosas de la mejor manera posible, pero los errores, lamentablemente, son comunes, y en algunos casos llegan a ser fatales. Es simple, la mamá quiere que su hijo se mejore lo antes posible, pero en el afán de la crianza de niños pequeños ¿puede tomarse un momento para revisar si está haciendo las cosas de la manera correcta, tal como le dijo la pediatra, y, más importante aún, con las medidas de seguridad que le indicaron? Esta es una breve guía para tener en cuenta a la hora de dar remedios. Cuánto pesa su hijo Las dosis, en muchos casos, se determinan con base en el peso más que en la edad; por eso no es un detalle secundario saber cuánto pesa el bebé. Las recomendaciones basadas en la edad son apropiadas para la mayoría de los niños, pero podrían no serlo para el caso particular de su hijo. Si la etiqueta del remedio tiene una guía de dosis basada en el peso y otra en la edad, prefiera la del peso. Si no la tiene, mejor llame a su pediatra para que le dé las instrucciones y la dosis adecuada para su hijo de acuerdo con su peso. No adivine la dosis Siempre hay que darle al niño la dosis exacta ordenada por la pediatra. Si el remedio trae una copita, o una jeringa o un gotero o cualquier otra herramienta para administrarlo, úsela. Mida con cuidado y no se base en cucharadas o cucharaditas pues las cucharas de cocina son muy inexactas. Las medicinas para párvulos y bebés vienen casi siempre en forma líquida y con jeringa o gotero para que puedan ser dadas con precisión. Al niño rebelde que no quiere abrir la boca hay que dárselos con firmeza y soltando el chorrito de la jeringa contra la parte interior del cachete para que lo tome fácil, jamás hacia el fondo de la garganta pues puede producirse el temido crup. - Publicidad -
Dejar de dar el remedio antes de tiempo Si le mandaron el remedio por un número exacto de días hay que darlo así, especialmente si se trata de antibióticos. No se puede suspender el remedio cuando el niño se empieza a sentir mejor pues eso hace que las siguientes enfermedades sean más difíciles de tratar. Y claro, nunca le dé a un niño un remedio que le mandaron a otro. Confusión con el remedio No engañe a su hijo Pudor para llamar a la pediatra - Publicidad -
Mucho tratamiento |